El pecado de ser homosexual

Por Antoniopampliega

Amar a una persona del mismo sexo sigue siendo un tema tabú en multitud de países. Darse la mano o besarse en público pueden costarles palizas, insultos e incluso penas de cárcel. El matrimonio entre dos personas del mismo sexo, en estos lugares, es una quimera… Pero aún así hay personas valientes que prefieren divulgar su amor a pesar de las repercusiones que esto pueda conllevar.

Steven Monjeza, de 26 años, y Tiwonge Chimbalanga, de 20, son un claro ejemplo de esto. Son una pareja homosexual y decidieron anunciar públicamente su condición sexual (el 28 de diciembre de 2009) y fijar fecha para contraer matrimonio en una ceremonia tradicional. Dos días después fueron detenidos y encarcelados en una prisión de la ciudad de Blantyre (Malawi). De eso hace cinco meses… Después de vejaciones. Insultos. Palizas. Han sido juzgados por un tribunal. El veredicto: culpables de indecencia, sodomía y actos contra natura. El castigo: 14 años de cárcel, para cada uno, y trabajos forzados.

El juez, Nyakwawa Usiwa, declara que "la población debe estar protegida de gente como ustedes, de modo que no se sienta tentada de emular su horrendo ejemplo". Esta condena ha desencadenado multitud de manifestaciones con la homofobia de las autoridades de Malawi. Amnistía Internacional declara a la pareja como "presos de conciencia"… Pero estas muestras chocan con la legislación vigente en multitud de países africanos donde la homosexualidad está tipificada como un delito sexual y los acusados acaban en prisión con penas que superan los 10 años de cárcel.

Cuando este tipo de informaciones se hacen públicas siempre hay posiciones enfrentadas y que no tienen posibilidad de reconciliación. Es el caso de las Organizaciones de homosexuales y de defensa de los Derechos Humanos, así como un grupo de donantes de Malawi, entre ellos la Comisión Europea, Noruega, el Reino Unido, Alemania, el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo, también habían advertido que el país debía respetar los derechos de sus ciudadanos.

Sin embargo, diversas organizaciones locales, entre ellas las iglesias protestantes, calificaron la homosexualidad de "desviación" y reclamaron a los donantes occidentales que dejaran de amenazar con retirar sus ayudas al país si no respetaba los derechos de los homosexuales…