El talento no se basa en tener dones que los demás no, sino en saber utilizarlos.
Observo que esto puede interpretarse, al menos, de dos formas: como un llamado a perfeccionar nuestros dones mediante la práctica y aprendizaje continuos y también, como referencia a la negligencia que puede instalarse en la gente talentosa, precisamente por serlo.
¿Escuchaste de algún estudiante que por ser talentoso, nunca estudió porque con lo que escuchaba en clase le era suficiente para decirlo cuando le preguntaran?
Estas personas no desarrollan sus talentos, difícilmente lleguen a ser excelentes aplicando el don que les fue dado, y pueden vivir desorientadas cuando deciden hacerse cargo de sus vidas. Asimismo, pueden crear para sí mismos el estereotipo del vivo o vivillo a quién siempre se le ocurren soluciones, generalmente, por debajo de su capacidad.
¿Hacés uso de tus talentos?
¿Qué estás haciendo con ellos?
¿No te importa ser “el mejor”?
Muchas veces, escucho –como gran y “sublime” explicación-: -Pero, yo no quiero ser el mejor, Rita.
¿Es este tu caso?
Siento decirte que esta frase no nace de que estés carente de Ego ni de que estés por sobre los demás humanos, posicionado en una espiritualidad honorable. Es solo una excusa que te deja tranquilo por no hacerte cargo de tu vida. El que no quiere mejorar es un mediocre. ¿Es tu elección? ¡Adelante! Pero no es sano para vos engañarte con esta explicación.
El que desaprovecha sus talentos, desaprovecha su vida, y niega a los demás la posibilidad de disfrutar de ellos.
“El mejor” debe ser un concepto muy personal. Tú serás el mejor para ti cuando sientas que estás aprovechando tu vida en toda su plenitud, intelectual y emocionalmente. Héctor Tassinari.
Aquí está la clave, si estás aprovechando tu vida en toda su plenitud, intelectual y emocionalmente, estás usando tus talentos.
Cuando no usás tus talentos, perdés la oportunidad de disfrutar de la creatividad, vivís auto engañado y tu comodidad opera en tu contra haciéndote creer que ese contexto de salir de los problemas con tu “habilidad” innata es la regla cuando solo es la excepción. Y llegará un momento en que no te alcance.
El artista no es nada si no está conectado con su don, pero el don no es nada si no se lo pone a trabajar. Emilio Zola
¿Qué relación tiene esta actitud con la cobardía?
Cobardía que anestesia tu voluntad y tu motivación. “Hago lo que puedo” es una frase mentirosa y en realidad, muestra lo contrario.
Falta de proactividad: la proactividad es fundamentalmente, elegir nuestras acciones y nuestras respuestas para no reaccionar a las circunstancias, sino accionar de una manera efectiva.
Cuando actuás sin usar tus talentos, solo reaccionás frente a las cosas.
¿Pensás como Mr. Ripley?
“Siempre creí que era mejor ser un “alguien” falso que un “don nadie” verdadero”.
Por el placer de compartir.