El pasado 31 de agosto, la Agencia de Logística de Defensa, dependiente del Pentágono, decidió no prorrogar el contrato por el que Google se beneficiaba de esos precios de descuento en un aeródromo de la NASA situado en California. La suspensión se ordena después de que el senador republicano por Iowa Charles Grassley enviara una carta a la agencia espacial pidiendo explicaciones de por qué Google tenía un trato preferencial a costa de los contribuyentes.
El descuento formaba parte de un acuerdo para operar desde el aeródromo de Moffett, parte de las instalaciones del Centro de Investigación Ames de la NASA en Mountain View (California), a poca distancia de los cuarteles generales de Google. Pese a que ese aeródromo es de titularidad pública, la NASA permite a la empresa H211, filial de Google, operar una flota de seis aviones que incluye hasta un Boeing 767, que en su configuración comercial puede alberga más de 200 asientos.
La portavoz de la NASA indicó que la agencia "siempre busca modos innovadores de asociación público-privada" y el contrato con Google les aporta 1,3 millones de dólares anuales, al tiempo que algunos de los aviones de H211 son utilizados en misiones científicas para medir concentraciones de ozono y gases de efecto invernadero en la atmósfera.