Estos economistas son unos tipos peculiares, rozando a veces el absurdo. De la noche a la mañana nos hemos dado de bruces con la noticia de que nos hemos convertido en un país más rico, más productivo. El PIB (producto interior bruto) que mide la riqueza de un país, ha pasado, en pocos días, de crecer un tímido 0’4% a un impresionante 5%. Y de un plumazo.
Argumentan los expertos cambios en los sistemas de medida, siguiendo normativa comunitaria europea. Pero, ¿acaso hemos creado más industrias, vendido más jamón o producido más acero? Nada de eso. Qué más quisiéramos.
La prostitución y las drogas, son las principales responsables de este estirón súbito. Si, si, como lo oyen. No crean que se han vuelto ustedes majara, ni mucho menos. En una pirueta contable, estos sectores marginados y de economía sumergida, han pasado a convertirse en algo así como en la locomotora de nuestra economía, y gravitan sobre nuestra riqueza y nuestro PIB.
“Cosas veredes Sancho, amigo….” tal parece que se ha perdido de repente la cordura y cabalga de nuevo el ingenioso hidalgo, con su cabeza atronada, por los campos de la Mancha. Igual en busca de alguna meretriz, con la que saciar sus bajos apetitos, ahora que ser puta es un factor de alta trascendencia económica.
País…..