El acto de comer estimula los sentidos de la vista, tacto, oído, olfato y gusto. La comida puede activar todos los sentidos básicos, aumentando así el placer de vivir. (Recordad mi lema: Vivir bien es un placer!!!).
Cuando una comida se prepara pensando en conseguir la satisfacción completa e estos sentidos y se come un entorno agradable con la familia o amigos entonces se experimenta todo el placer de la buena mesa.
Se pueden adoptar diversas actitudes ante la comida:
Algunos comen simplemente para vivir e ingieren los alimentos rápidamente sin apreciar sus características. (¿Cuántas veces habéis
Otros dedican considerables cantidades de tiempo para alcanzar los placeres de un buen comer. (Este hecho se suele dejar más a los fines de semana, o cuando la comida se convierte en hobby o afición. ¿Cuántos de vosotros reconocéis dedicar mucho tiempo en la cocina?)
En este último grupo podrían estar incluidos los gourmets, que tienen conocimientos amplios e interés profundo a cerca de los alimentos de su preparación y de cómo servirlos. Son expertos en comidas selectas y otorgan una gran importancia a los ingredientes de calidad a su esmerada preparación a su servicio y a la elegancia en el comer. (¿Quién de vosotros se puede incluir en este grupo aparentemente “elitista del placer culinario”?)
Pero volviendo al terreno en que todos nos podemos incluir, (ya sean los que no pueden dedicar muchas horas a la cocina, como los que disfrutan de su tiempo tiempo libre preparando recetas más elaboradas), cualquiera que se interese por la comida puede disfrutar del verdadero placer del buen comer sin necesidad de llegar a estos extremos de perfección.
Una breve revisión de las diferentes cualidades visuales y gustativas que nos brindan los alimentos, aumentará la información de las satisfacciones que nos proporcionan.
La forma de disponer los alimentos: Otro de los aspectos del atractivo visual en la cocina es la forma de los alimentos. Si se presentan un una forma que agradable a la vista, debidamente cortados, dispuestos con esmero y cuidado, nos pueden hacer participes de una armonía que se sumará al placer de comer.
Las diferentes gamas de aromas: El aroma de un alimento puede ser una invitación a la comida o bien al contrario, a disponernos en contra según la calidad y las preferencias particulares del comensal. (¿Quién de vosotros no rechaza un plato simplemente porque hay un ingrediente que olfativamente no os gusta? Coliflor o sardinas son algunos de los más representativos).
Pero eso no queda ahí, el sabor de los alimentos depende también de la capacidad de la nariz para percibir los aromas que después de mezclarse con el gusto, dan como resultado la compleja sensación denominada sabor. ( Como estema puede ser más extenso todavía, ya hablaré con mas detalle en otro post)
Los condimentos: En este apartados entrarían todas las especias usadas desde hace siglos para dar sabor, color y aroma a los platos. Las especias ya eran apreciadas desde la edad Media, ya que diversas rutas se disponían a conseguir y transportar las mas caras especias y condimentos como si de preciados tesoros se tratase.
En el grupo de los condimentos no solamente se englobarían las especias, sino también se pueden incluir algunas hierbas (tomillo, albahaca, menta, etc. etc.) y componentes como ajo, cebolleta, todos ellos primordiales para dar el acabado de sabor requerido en algunas recetas en particular.
Por ello, la importancia de disponer los alimentos debidamente, sazonarlos y condimentarlos y prepararlos con amor o cariño (puede parecer cursi, pero es una realidad), para así poder disfrutar enteramente del placer de comer!!!.