Quizás parezca paranoico, incluso algo agorero, pero es imprescindible tener diseñado un plan de contingencia por si surge algún imprevisto. Vuestra boda sólo se va a celebrar una vez en la vida y no hay posibilidad de rebobinar y volver a empezar si surge un problema.
Para que podáis hacer frente a los posible inconvenientes que puedan surgir en la boda, aquí tenéis algunos ejemplos de "plan B" en una boda.
El mejor plan alternativo que podéis tener en la boda es contar con una wedding planner que os ayude en el diseño, planificación y coordinación de la boda, porque ella es un "plan B" en sí misma.
Una verdadera profesional de la organización de bodas tendrá previstos todos los posibles inconvenientes que puedan surgir, así como sus soluciones.
De hecho, una wedding planner no tiene sólo un "plan B", tiene un "plan C", un "plan D"... porque la experiencia, la costumbre de esperar lo mejor y prepararse para lo peor y la capacidad de buscar soluciones creativas a cualquier situación es lo suyo.
Puede que el lugar donde vais a celebrar la ceremonia y la recepción sea encantador, pero debéis tener en cuenta que puede transformarse (y mucho) si cambia la estación del año o las condiciones climatológicas.
Mi consejo es que lo visitéis en diferentes ocasiones, para ver cómo va cambiando según las circunstancias. Sobre todo es importante, siempre que sea posible, visitarlo en la misma fecha y hora en la que está previsto celebrar la boda. Aunque el tiempo pueda variar, la luz, la temperatura y el viento, pueden servir de orientación para lo que se puede esperar el día en que os vais a casar. Por otra parte, la hora en la que anochece sí será la misma, por lo que en las bodas de tarde-noche sabréis a qué ateneros si vais a realizar la ceremonia o el cóctel en el exterior.
Es fundamental que os permitan visitar el espacio cuando esté montado con un plan alternativo para otro evento. Es decir, si el cóctel que estaba previsto servir en el jardín, se va a a servir finalmente en una carpa, que os permitan verlo en persona. Así podréis comprobar cómo queda el montaje, la decoración, la climatización, la luz, etc.
Es importante también tener previstos elementos que puedan proteger a los invitados del sol, el frío o la lluvia, dependiendo de la época del año en que nos encontremos. Por si acaso.
En el caso de que, por la razón que fuese, no se pudiese servir la comida y la bebida, no está de más tener un plan gastronómico alternativo. Por ejemplo, tener los teléfonos de las hamburgueserías, pizzerías y bocaterías más cercanas al lugar de celebración, por si fuese necesario recurrir a ellos para dar de comer a los invitados. También de servicios de reparto de bebidas a domicilio.
También es necesario prever qué elementos decorativos se deberían retirar si hace lluvia o viento, para evitar que se estropeen con la humedad o salgan volando, con el consiguiente peligro para los invitados y el desastre decorativo que puede suponer.
Y hablando de niños, es importante tener a dos adultos que estén pendientes de los peques que vayan a participar en la ceremonia, para evitar que se distraigan y poderles ayudar si se ponen nerviosos o se les olvida qué deben hacer.
Otro pequeño inconveniente que puede surgir es que se pierdan las alianzas. Si eso ocurre, hay solución. Tened localizadas a dos personas que os puedan prestar sus alianzas para ese momento. Luego ya buscaréis y recuperaréis las vuestras.
Si lo que se extravía son las arras, tranquilos, sólo hay que juntar 13 monedas del mismo valor entre todos los invitados y listo.
También es recomendable tener un segundo par de zapatos, por si el oficial es demasiado incómodo, se rompe un tacón o una hebilla, etc. No hace falta que os compréis dos pares, pero sí que tengáis localizado otro, bonito y que encaje con el vestido. Además, ahora con la tendencia de llevar zapatos de color, eso no tendría que suponer ningún problema. Incluso os recomendaría un tercero, ya para el baile, mucho más cómodo; como unas cuñas o unas bailarinas de novia.
Igual que en el caso de la novia, no está de más tener un segundo traje localizado.
También una camisa, una corbata y un par de zapatos de recambio.
En el caso de las ceremonias civiles y los padrinos, no hay ningún inconveniente, puesto que los dos testigos que firman cuando se tramita el expediente matrimonial, no tienen que ser los mismos que el día de la boda. En el caso de las bodas religiosas, es el párroco el que deberá aceptar al reserva, puesto que los padrinos de boda deben cumplir con los requisitos que exige el derecho canónico.
Problemas con el ramo de novia
Si vais a utilizar vuestro propio vehículo, os sugiero que tengáis a mano el teléfono de algún invitado para que pueda hacer de chófer improvisado. Y en un caso extremo, siempre podéis llamar a un taxi; no es un transporte muy elegante para llegar a la ceremonia, pero es eficaz.
Sin música
También sería interesante tener la lista de reproducción de la música que queréis que suene en la boda en el teléfono móvil o en el iPod. Con unos altavoces y vuestra propia música será más fácil salir del paso.
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