El poder sanador de la belleza

Por Doctorcasado


Sing little Nereids
To calm the deep anxiety
Of lost castaways.
 
Cantad  Nereidas
para calmar la angustia
de los náufragos.
Τραγουδήστε Νηρηίδες
Για να ηρεμήσει την ανησυχία
των ναυαγούς.Tragoudí̱ste  Ni̱ri̱ídes
 Gia na i̱remí̱sei ti̱n ani̱sychía
 to̱n nav̱agoús.
La verdadera fuerzaDescansa en el silencioQue precede a la acción,Un lugar que no existeY que por ello es firme, Un espacio submarino y secretoQue habitas desde niña.
Espera el basto marQue pronuncies tu nombre,Él que te lleva persiguiendoMás allá del tiempo y el espacio,Para devolver firme los ensueñosTejidos en las noches lentamenteAl ritmo de quebrantos y de gozos,Mareas, marejadas y pleamares,Sabias moduladoras del colorDel finó hilo que conforma la vida.
Con esa delicada levedadLevanta al fin las manos,Brota de las profundidades,Libera tus oprobios y enséñanos a amarComo la brisa te cantóAllá en la dulce Argólide.
 
   La Nereida Azul, haiku y poema del autor
No tengo mucha evidencia científica que apoye la tesis que titula esta reflexión pero a poco que apelemos a nuestra propia biografía seguro que nos encontráremos con experiencias de contacto con situaciones de gran belleza que sin duda dejaron huella en nosotros. ¿Podríamos decir que la belleza es sanadora? Si analizamos transversalmente las distintas culturas veremos como las bellas artes acompañan al ser humano desde la noche de los tiempos por medio de lenguajes mucho mas antiguos que el hablado como son el musical, el movimiento (danza) y la pintura, por poner algunos ejemplos. Los antiguos chamanes se ayudaban de ellos en sus ceremonias sanadoras y en las primeras culturas agrícolas vemos como se sofistican estas aproximaciones y pasan a formar parte de  los complejos sistemas simbólicos que cimentan  las tradiciones religiosas.Hoy en día es casi imposible acudir a una consulta y que el médico nos recomiende disfrutar de la belleza, escuchar una canción, leer un poema... Los médicos occidentales se somenten a una prolongada formación que les facilita herramientas farmacológicas o técnicas sofisticadas pero no suelen contemplar otros enfoques. Por eso lanzo esta pregunta final ¿nos gustaría encontrar en nuestro medico o enfermera a una persona con esta sensibilidad? ¿Lo veríamos como un valor añadido o como una pérdida de tiempo?
Con el debido respeto un servidor seguirá tomándose la libertad de compartir poesía con la humilde intención de inspirar levemente a aquellos que las lean... fuera de la consulta.