El difícil equilibrio entre el pasado y el futuro. El valor del recuerdo de los que antes que nosotros plasmaron la belleza, al parecer, de una forma más sensible, más conseguida, más perfecta. Así lo pensaron unos artistas a mediados del siglo XIX en Inglaterra. Fueron los llamados Prerrafaelistas, por considerar que lo que creó el eximio pintor del Renacimiento Rafael Sanzio (1483-1520) en su última etapa, y posteriores tendencias en el Arte (manierismo y neoclacisismo), se alejaban de la Naturaleza y de los principios pictóricos que ellos veneraban y que suponían un regreso al estilo idílico medieval anterior a Rafael.
Llegaron a crear una hermandad en 1848 los autores victorianos Willian Hunt, John Everett Millais, Dante Gabriel Rossetti (1828-1882) y su hermano Michael. Ford Madox Brown (1821-1893), aunque no perteneció a la confraternidad prerrafaelita, si mantuvo una estrecha relación y por supuesto un estilo y una misma tendencia artística. En la primera imagen el pintor Madox Brown recrea una escena de la literatura creada por Lord Byron (1788-1824), Don Juan, obra poética que no acabó del todo y que se inspira en el famoso personaje.
En el cuadro, el protagonista, Don Juan, naufraga en una de las islas griegas, las Cícladas, y es salvado por la joven Haydee. Mantendrán una tortuosa e infeliz historia de amor. Para los prerrafaelistas el destino fatal del amor era un tema recurrente. Consigue en la escena Madox inspirar un ambiente rocoso y desamparado a la vez que acogedor y compasivo por la figura de Haydee, que socorre al protagonista como una dolorosa decidida.
(Imagen de "Don Juan descubierto por Haydee", de Ford Madox Brown, Museo de Orsay, París; Grabado a lápiz con la imagen de Madox Brown, pintado por Rossetti; Autorretrato de Dante Gabriel Rossetti; "La bella mano", de Rossetti, Museo de Arte de Delaware, USA.)