El problema de la sequedad bucal (o simplemente “boca seca”) proviene de la sensación de no tener saliva suficiente en la cavidad bucal. Si bien la mayoría de las personas tiene períodos en los que acumula sequedad bucal, en ciertos casos esto puede hacerse algo crónico. Cuando el problema de tener la boca seca se hace permanente es importante tratarlo a tiempo, dado que puede ser un síntoma de un problema de salud más grave aún.
El problema de la boca seca es bastante incómodo para quien lo padece y puede generar numerosas molestias. Entre las más frecuentes se cuentan las dificultades para tragar, masticar, saborear alimentos y hablar. Además pueden incrementar las probabilidades de sufrir caries e infecciones bucales.
Para reconocer los síntomas de la boca seca hay que estar atentos a algunos signos que suelen presentarse en casi todos los casos de este tipo. En primer lugar, hay que destacar que se produce una sensación de sequedad y boca pegajosa, hay problemas para tragar, sensación de ardor bucal, labios resecos, aftas bucales y distintos tipos de infecciones en la boca.
La condición de boca seca puede ser prevenida de manera fácil y efectiva. Es importante seguir una alimentación sana y dejar de lado todos los alimentos con exceso de sal o azúcar. Asimismo se recomienda eliminar de la dieta las bebidas a base de cafeína y disminuir el consumo de alcohol y tabaco (suelen resecar bastante la cavidad bucal). Al tiempo que se siguen estos consejos es importante incorporar buenos hábitos de higiene bucal. Para evitar la boca seca hay que cepillarse los dientes todos los días (un mínimo de dos veces) e incorporar el uso de enjuagues bucales para prevenir la proliferación de bacterias y así evitar infecciones.