"No hay tal cosa como la paranoia, la realidad es siempre mucho peor de lo que te imaginas." Hunter S. Thompson
Segunda película que vemos de la llamada "trilogía del apartamento" de Roman Polanski, en este caso la adaptación de la novela homónima - por lo menos en español- de Roland Topor, y una de las obras cumbres del director nacido en Francia. Considerado como uno de los directores vivos más importantes del siglo pasado y de éste, su carrera ha estado marcada por los triunfos cinematográficos, la muerte y las polémicas, que muchas veces se pueden ver reflejadas en sus largometrajes o trabajos. Desde sus primeros cortometrajes en la Universidad de Lodz, la obra del polaco ha estado determinada por los ambientes claustrofóbicos, paradójicos y de la complejidad psicológica de sus protagonistas, y con de The Tenant o El quimérico inquilino, se profundiza en tales características en este thriller surreal y de absurdo humor negro. Polanski, más visualizado en estos últimos años por los escándalos de violación que por sus acertadas obras, aún no pierde la capacidad de provocar con sus títulos y estudios de la naturaleza humana.
Isabelle Adjani (izq.) - Sven Nykvist y Polanski (cámara)
El guión, adaptación de la novela de Topor, fue hecho por Polanski junto a su colaborador habitual el ya fallecido Gérard Brach, escritor francés que selló guiones de la talla de El nombre de la Rosa, En búsqueda del Fuego y otras tantas de Jean Jacques Annaud como las de Claude Berri, y las ya citadas de Polanski. Un hombre tranquilo y agradable de apellido Trelkovsky (Roman Polanski) llega a rentar un pequeño departamento del cual, en días pasados, se ha arrojado una joven al vacío, la chica de nombre Simone Choule, aún permanece en el hospital con múltiples heridas, y Trelkovsky la visita no solo para saber como ésta sino para poder alquilar dicho inmueble; con la muerte de ésta y ya viviendo en el departamento, el hombre se empieza a dar cuenta las complejidades del edificio, las rutinas de los alrededores, los elemento y sombras que aún permanecen de la Choule, y todo ésto se va apoderando del hombre; pero es una confabulación contra Trelkovsky o los papeles se están distorsionando en la mente de éste.El guión, una "distorsión de la realidad cotidiana" como le decían a las propuestas de Topor, va evolucionando de las discrepancias que tiene Trelkovsky con sus vecinos, hasta la obsesión que éste asume con la antigua inquilina y la paranoia entorno a ésto, haciéndose cada vez más oscura y errática su forma de actuar,como la misma historia si negar que el humor negro y enajenación se combinan a la perfección con el drama de este hombre.Montaje Paralelo: Trilogía del apartamento - La comunidad (2000)