Querida Andrea:
Te contesto por el Blog debido a que te he llamado hace escasos minutos, pero tu móvil estaba apagado ó fuera de cobertura. Es raro en ti, que llevas el teléfono todo el día cerca de tu corazón literalmente. (Recuerda mi consejo de que no debe ser nada bueno llevar el móvil alojado en el canalillo, por lo de las ondas, ya sabes), pero ese es el mensaje que me ha salido.
Acabo de abrir el buzón y he visto la invitación a tu boda. ¡No sabes la ilusión que nos ha hecho!
Como ya te dije en nuestra última conversación telefónica, me alegro muchísimo al verte tan feliz y con tantos planes de futuro. Se ve que estás pletórica de ilusión y alegría.
La invitación es preciosa y muy original. Veo que te has decantado por una ceremonia fuera de los estereotipos y que la creatividad y el romanticismo serán los protagonistas absolutos de la fiesta.
Inmediatamente he llamado al Consorte para darle la buena nueva y se ha puesto a saltar y a gritar, incluso creo haber notado cierta emoción en su tono de voz.
Hemos hablado con nostalgia de tu primera invitación ¿Recuerdas? Lo original que fue que te casaras en la selva de Irati y lo bien que nos lo pasamos allí todo el fin de semana, en aquel hotelito con encanto, que bueno barato no fue, pero el sitio lo merecía, porque ¡Qué bonito!
Cierto es que entre el viaje, el hotel, la chica que se quedó con los niños en Madrid y el regalo que os hicimos, la boda salió por un dineral, ¡pero estabas tan feliz¡ y nosotros te deseamos lo mejor del mundo a ti y a Alfonso.
Recuerdo vuestras preciosas fotos en la India, felices y enamorados frente al Taj Mahal. ¡Qué bonito!
Nosotros ese año nos fuimos de veraneo a Murcia, porque habían sido demasiados gastos y ya sabes mi obsesión por el equilibrio presupuestario.
Ya sé que la vida algunas veces no es como uno quiere y que vosotros pusisteis toda la carne en el asador por esa relación, que intentasteis que funcionara por todos los medios, pero la vida es como es y cuando las cosas se tuercen lo mejor es dejarlo y punto.
Ya sabes que en nuestras miles de charlas telefónicas, siempre te he dicho que las cosas es mejor no forzarlas, porque al final los sentimientos mandan.
Todavía recuerdo nuestras interminables charlas acerca de Miguel ¿Recuerdas?, cómo te insistí que no era buena persona, que se veía a leguas lo dominante, egoísta y mujeriego que era, pero claro, yo entiendo que si un tío es bueno en la cama, pues tira mucho, ¡ya ves si tira!
Porque al fin y al cabo, ¡A nadie le amarga un buen polvo!
El Consorte me recordaba la boda, ¡Qué bonita! Y ¡Ojo que nivelazo! Porque una cosa hay que reconocerle al chaval, que tenía buen gusto para eso de las puestas en escena de fiestas y eso.
Un poco lejos lo de casarse en Cuenca viviendo en Madrid, pero la verdad es que quedó todo ideal de la muerte. Además tuvimos la suerte de pillar una oferta en el parador y bueno, la cosa salió un poco cara, pero desde la habitación teníamos unas vistas de las casas colgadas ¡espectaculares! Y tuve la suerte de poder dejar los niños con mis padres y así la cosa salió un poco menos dura.
Realmente lo recordamos con mucho cariño, además este chico, otra cosa no, pero tenía un estilazo que te mueres, yo no recuerdo una boda con tantas exquisiteces y detalles especiales.
Cuando utilicé mis influencias en hostelería para saber cuánto costaba el cubierto, ya sabes para calcular el regalo, me quedé totalmente epatada por el precio, pero mereció la pena, porque fue algo digno de salir en el Hola.
Quién nos iba a decir que ya desde el primer momento, en plena luna de miel iba a empezar a demostrar lo machista, dominante y mujeriego que era.
Bueno, el detalle de querer organizar la boda él, casi en exclusiva y medio ligarse a la comercial del catering, debió de ponernos en alerta de que el chico era lo que era, pero ya se sabe: ¡A nadie amarga un buen polvo!
Por lo menos sirvió para que a la vuelta de Tahilandia, nos preparara, en vuestro nidito de amor, aquella cena de cocina thai que tanto le gustó al Consorte. ¿Te acuerdas?
¡Qué bonitas fotos y que pedazo de hotel en Puket!
Pero menos mal que sus defectos salieron a la luz desde el principio. Sé que te costó, que te costó mucho, pero al final tuviste que coger el toro de la realidad por los cuernos, entiéndeme, no quiero ofender con la metáfora. Ya me conoces que me pongo a escribir y soy toda florituras y tiendo a la exageración.
Fíjate, con decirte que el otro día pasé por la tienda de electrodomésticos donde compré mi nevera ¿Te acuerdas? Si mujer, si fue por la misma época que tu segunda boda.
Pues imagínate que todavía se me saltan las lágrimas cuando veo la nevera esa que tiene para hacer cubitos de hielo y que te sirve el agua fría ¿Sabes cual, no? Y ya me conoces, mi puta manía de no comprar nada a plazos, y bueno como eran muchos gastos, pues compré la normalita, porque tampoco era cosa de desequilibrar el presupuesto, ya sabes. Y así estamos, comprando el hielo en la gasolinera.
Pero mira, con el paso del tiempo la vida te ha recompensado muy merecidamente con un chico, que aunque no lo conozco, me fio de tu opinión, es el hombre de tu vida.
¡Y estamos felices de que seas feliz!
Esta vez, nosotros también queremos aportar nuestro granito de creatividad y romanticismo a esta boda, que por lo que me has contado y veo en la invitación (Que por cierto es la más bonita de las tres y lo único que tiene en común con las anteriores es que pones el número de cuenta bancaria para el regalo) va a ser una ceremonia diferente.
Hemos pensado en regalarte algo para el futuro, que cuando pasen los años sientas que nuestro cariño sigue estando presente en vuestras vidas.
¿Y qué es esto? Te preguntarás extrañada.
¡Pues esto es lo más trendy y creativo del momento! Tiene dos millones de “me gusta” en Facebook, quinientos mil “retweets” en Twitter, grupo propio en Whatsapp con cuatro millones de contactos en todo el mundo y siete millones de “repins” en Pinterest.
Es como una tarjeta de puntos, en este caso de años. ¿Cómo funciona? Sencillo:
El día de la boda, en vez de regalo, te damos la tarjeta de años. El tiempo pasará y vosotros seréis inmensamente felices y así cuando llegues al décimo aniversario…
¡¡¡¡¡PREMIO!!!!!
Automáticamente nuestro regalo será ingresado en tu cuenta bancaria.
Además, para celebrar el acontecimiento nos iremos con vosotros a cenar a un chino ¡invitamos nosotros!
¿Que te divorcias antes? ¡Pues nada mujer, lo olvidamos y tan amigos!
¿A que es original?
En cuanto termine de postear vuelvo a intentar hablar contigo ¡porque estamos felices de que te cases!
Además Segovia es un sitio magnífico, lo tenemos a un paso de casa y se come que te mueres de bien.
¡Esta vez me hace muchísima más ilusión!