Un retrato es algo especial. El fotógrafo debe ver qué esconde la persona o personas que tiene delante. Cómo puede sacar el máximo partido a cada disparo.
¿En qué se puede fijar un profesional de la fotografía para realizar un buen retrato?
- La Mirada: la cara es el espejo del alma, y los ojos son la llave. Una mirada penetrante, asustada, celosa. Todo vale. También el cruce de miradas. La complicidad.
- La sonrisa (o la ausencia de ella): la boca, y los labios, son imanes para la fotografía. Espera el momento adecuado para destacarlos.
- Las manos: poner las manos para implorar o taparse la cara. Algo que destaque puede ser el centro de la fotografía.
- Un grupo: dos o más personas pueden formar la composición ideal. Tiene que haber una comunicación entre ellas, algo que las una (no en sentido literal).
- Una postura: el retrato puede ser de una postura pactada con el fotógrafo, o se improvisa, y es el profesional quien busca captar el momento adecuado.
- Un detalle: un color, un objeto, un enfoque, el entorno. Algo que haga personal el retrato que vamos a realizar.
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