Si usted es de los que tienen un trabajo en una oficina, en la ventanilla de
un banco, en la recepción de un hotel o en cualquier otro lugar que le 'obligue'
a mantenerse sentado más de cuatro horas al día, siga leyendo, seguro que le
interesa. Según un estudio que ha evaluado los datos de 222.000 personas, el
sedentarismo es responsable del 6,9% de las muertes ocurridas por cualquier
causa. En otras palabras, caminar 30 minutos al día es tan beneficioso como
perjudicial es permanecer sentado 10 horas al día.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 150
minutos de actividad moderada o intensa a la semana pero, ¿qué ocurre
con los otros 6.500 minutos que quedan restando aquellos que dedicamos a dormir?
¿Si cumplimos con los consejos de la OMS nuestra salud está a salvo?
Para dar respuesta a estas preguntas, investigadores de la Escuela de Salud
Pública de la Universidad de Sidney (Australia) han llevado a cabo un estudio,
cuyos datos publica la revista 'Archives of Internal Medicine', en el que han analizado las
respuestas a cuestionarios sobre la salud y la actividad física de 222.497
personas de 45 o más años de edad y los datos del registro de nacimientos,
muertes y matrimonios de Nueva Gales del Sur (Australia), desde febrero de 2006
hasta diciembre de 2010. En el periodo de tiempo analizado, se produjeron 5.405
muertes.
"Los resultados muestran que el sedentarismo prolongado está
significativamente asociado con un mayor riesgo de muerte por cualquier causa
independientemente de la actividad física que se realice. Permanecer inactivo
fue responsable de un 6,9% de todas las muertes", sentencian los autores de la
investigación. Además, el trabajo mostró que la relación entre inactividad y
mortalidad es dosis-dependiente, es decir, que a mayor tiempo de
reposo mayor probabilidad de muerte, y ese riesgo aumenta a partir de
las cuatro horas al día que se permanezca sentado, y sobre todo si el tiempo sin
actividad supera las ocho horas.
No obstante, quienes mayor probabilidad de muerte tienen son aquellas
personas con alguna patología, como las que tienen una enfermedad
cardiovascular, diabetes, sobrepeso u obesidad, y que además pasan más tiempo
sentadas, según recoge el estudio.
"Nuestros resultados ayudan a acumular evidencia sobre la relación entre
conductas sedentarias y salud [...] Se ha comprobado que permanecer mucho tiempo
sentado altera la función metabólica, resultando en un incremento del
nivel de triglicéridos en sangre, una reducción de las cifras de
colesterol de alta densidad (el bueno) y una disminución de la sensibilidad a la
insulina. También se ha sugerido que afecta al metabolismo de los carbohidratos
mediante cambios en las proteínas transportadoras de la glucosa muscular",
explican los autores.
Tal y como explican en un editorial, publicado en la revista mencionada,
David Dunstan y Neville Owen, doctores del Instituto Baker IDI del Corazón y
Diabetes en Melbourne (Australia), "junto con una disminución del metabolismo
energético, el sedentarismo también puede ser peligroso por la ausencia
prolongada de actividad contráctil en los músculos de las piernas [...] Con este
estudio, la evidencia es tan suficientemente fuerte que los médicos deberían
pedirles a los pacientes que reduzcan el tiempo que pasan sentados".
La recomendación tiene cada vez más sentido. Según los datos de una encuesta
realizada por el Instituto Estadounidense de Salud y Nutrición, la gran mayoría
del tiempo que pasamos sin dormir se gasta en acciones
sedentarias (58%) o en una actividad de ligera intensidad (como lavar
los platos o cuidar el jardín, un 39%) y sólo el 3% del tiempo se dedica a una
actividad que mejora la salud física.
Finalmente, los editorialistas señalan que "los esfuerzos para reducir
comportamientos sedentarios requerirán poner atención en la normativa del lugar
del trabajo, en la salud laboral y ocupacional, en la planificación del
transporte y en innovaciones en el diseño de tecnologías de la comunicación, al
igual que en campañas de educación pública".
**Publicado en "EL MUNDO"