Así que ni no queréis que el jefe os empieza a mirar con ojeriza ni vuestros compañeros os pongan una vela negra, he aquí unos sabios consejos que os ofrece vuestro amigo Argimiro, el Garantizador, para hacer un uso responsable del Smartphone:
• Siempre hay que prestar el cien por cien de nuestra atención a la persona que tenemos delante. Nada de interrumpir conversaciones cara a cara con alguien, ya sea en el pasillo o en la cocina, si es que vuestra oficina la tiene, por atender una llamada o enviar un SMS o guasá.
• En una comida nunca dejes el cacharro encima de la mesa. Lo guardas en el bolsillo, en el bolso o donde buenamente quieras. Me lo agradecerás.
• Si estás reunido no sienta especialmente bien que te pongas a leer bajo la mesa para ver el Facebook ese o revisar y contestar un correo. Cosas como estas sientan como un tiro, mucho más que te suene el móvil en medio de una reunión.
• Y lo mejor de todo para que no te suceda lo anteriormente descrito: el móvil en silencio siempre, y mucho menos contar cosas de la empresa en público, a oídos de todo Cristo. Que las paredes oyen y luego pasa lo que pasa.
En definitiva, que no hagáis tonterías con el móvil. Y eso implica también cuidarlo como oro en paño, que ahora cuestan un potosí los cacharros. Yo os recomiendo que lo aseguréis, como siempre, por si las moscas…