El río Guadalquivir: un camino de agua con más historia que orillas. Reflejo de una ciudad que lo mira y lo seduce. Sus aguas verdosas y plácidas son el marco fiel de un carácter difícil y complicado, como sus gentes, sus obras, sus contrastes y sus desdeñosos anhelos.
El río Guadalquivir: un camino de agua con más historia que orillas. Reflejo de una ciudad que lo mira y lo seduce. Sus aguas verdosas y plácidas son el marco fiel de un carácter difícil y complicado, como sus gentes, sus obras, sus contrastes y sus desdeñosos anhelos.