Este año el concepto se ha renovado totalmente. Se ha transformado en un merendero; un chiringuito de playa pero sin mar. Esto no quita que las vistas sean de impresión, hacia la pomarada y con la sierra del Cuera al fondo.
La oferta es sencilla, aunque se ha ido adaptando y cambiando. Para beber, principalmente tienes sidra y las cervezas artesanas, donde hay varias marcas para elegir.
Para picar platos sencillos como anchoas, ensaladilla, quesos de la tierra o una tabla de embutidos que merece mucho la pena. Todo a buenos precios, entre los 6 y los 12 euros que es el coste de la ración más cara, es la tabla de embutidos.
Un lugar sencillo para tomar algo tranquilamente. Ahora, con la llegada del otoño, el merendero permanecerá cerrado hasta la Semana Santa. Pero ellos continúan con su promoción de la cultura de la Sidra y en el próximo puente de Noviembre organizarán "Las Jornada de la Sidra", una oportunidad para ver como es el proceso de creación de esta bebida. Mientras también se puede reservar el menú con visita (para grupos) y prometen ampliar las opciones de su carta de cara a la temporada que viene y que no nos pensamos perder.