'El sentimiento de culpabilidad es uno de los peores alimentos para los intestinos’'

Por Yoisasi

Comiéndonos el Mundo, comiendo para saciar nuestra hambre emocional.

‘El sentimiento de culpabilidad es uno de los peores alimentos para los intestinos’, B.Tims, asesor macrobiótico.
Todo lo que pasa por nuestra cabeza se manifiesta a través de nuestro cuerpo, es decir, nuestros sentimientos se almacenan y se experimentan en el cuerpo y no en la mente. Aunque también muchos trastornos corporales influyen en nuestro estado mental o emocional. Por ejemplo, cuando tenemos mucha hambre nos enfadamos y parece que vamos a ‘morder’ a alguien y el insomnio nos crea malestar general, apatía, despiste y pérdida de peso entre otras cosas.
Pero en este artículo quiero tratar cómo nuestras emociones nos hacen comportarnos de una manera u otra dependiendo de lo que comemos casi siempre suele ser un alimento en concreto y en exceso.
Los culpables de nuestras alteraciones mentales son el famoso azúcar, la leche y derivados causando si se toman en exceso alergias, depresión, ganas de llorar, desamparo e incapacidad, depresión y desesperación.

Obsesión por el chocolate: Un hábito que no tiene fin.

¿Quién no se siente a gustito cuando se toma un vaso de leche con colacao? ¿Quién no se ha zampado el paquete entero de galletas o la tableta de chocolate? Pues eso, todos buscamos el calor de la madre, el calor de amor y sentirnos queridos y los lácteos junto con el azúcar y los chocolates nos proporcionan éso que todos cojeamos y no queremos reconocer abiertamente: la falta de amor.
Si dejamos de tomar caramelos, helados, tartas, cereales azucarados, chocolates, zumos industriales, etc, durante unos cuatro días los sentimientos antes mencionados desaparecerán. Aunque esos cuatro días serán un poco ‘angustiosos’ por no incorporar a nuestro cuerpo nuestro ‘chute’ de dulce.
Otro culpable, por culpa de la industria alimentaria, es el trigo actual (que nada tiene que ver con el de hace unas décadas), un trigo híbrido bastante distinto de los granos de trigo originales que actualmente está en todas partes: galletas, pan industrial, tartas, empanadas, pasta blanca, pizzas para llevar o congeladas, base de quiche, salsas y muchos alimentos envasados y manipulados. Este trigo químico manipulado produce muchas reacciones alérgicas, cándidas y malhumor y depresión.
Y ahora, si combinamos los alimentos antes mencionados y los tomamos todos juntos en forma de bizcochos, tartas, galletas…pues nuestras emociones empeoran.
Voy a centrarme en las emociones más habituales para poder solucionarnas si nos sentimos identificados con ellas:

Tal vez una foto exagerada. Pero si pusiéramos en una mesa todo la comida 'basura' que llegamos a comer para saciar nuestras emociones, no la veríamos tan exagerada sino realista.

- La depresión, muy desarrollada en nuestros días, suele ser por tomar grandes cantidades de azúcar, miel, leche y cereales refinados y poca cantidad de legumbres, pescados y cereales integrales. Como remedio rápido para consolar nuestra desazón y sin razón de nuestra vida recomendaría tomar algo salado como ciruela umeboshi o aceitunas, en poca cantidad, por supuesto. La depresión está relacionada con el pulmón y el intestino grueso.
- El miedo, otra emoción muy conocida desde que somos pequeños y que suele aparecer últimamente en adultos pero sin saber realmente a qué se tiene miedo. Suele aparecer por exceso de azúcar, miel, lácteos, cereales refinados, carnes y grasas saturadas y por escasez de legumbres, cereales integrales y verduras cocidas. Un remedio casero sería un zumo de manzana casero con kuzu si hay tensión y kuzu con umeboshi si ha descentramiento. Se relaciona con los riñones, las glándulas suprarrenales y una debilidad de corazón.
- La rabia, la irritabilidad muchas veces contenida, pero que cuando aparece es a base de ataques de ira, suele ser por grandes cantidades de grasas, sal, quesos, carnes, huevos fritos y arroz integral, si, exceso de arroz integral, como véis aunque una alimento sea considerado sano si se toma en exceso produce el efecto contrario. Propondría aquí también un zumo de manzana casero con  kuzu para calmar. La rabia pertenece al hígado, vesícula biliar y una debilidad de estómago.
- Ansiedad, excitación y risa exagerada. Cuánta gente hoy en día está teniendo ataques de ansiedad sin ser consciente del por qué y lo peor es que no saben controlarla si no toman algún calmante. Muchos adolescentes están siendo medicados a diario para paliar sus estados de ansiedad. Suele aparecer por mucha cantidad de trigo (bollería industrial), alimentos crudos, café, chocolate, alcohol, especies fuertes y todos los alimentos que contienen azúcar. Deberíamos introducir algo salado para compensar a base de algas, umeboshi, miso y mijo que reequilibrará nuestra mente. Los órganos implicados suelen ser el intestino delgado, el corazón (risa exagerada) y una debilidad en pulmones.
- La preocupación constante, la inquietud, el no querer comprender, la obsesión…nuestra mente suele ser muy cruel y podemos pasarnos horas dando vueltas al mismo problema sin encontrar una solución, lo que nos convierte en obsesivos. El exceso de lácteos, azúcares, dulces, miel, ensaladas y alimentos agrios son los culpables de este desazón y por no tomar suficientes cantidades de verduras dulces, mijo, hortalizas cocidas y grasas buenas. Un remedio que puede quitarnos esa preocupación sin razón es una tostada de pan integral de levadura madre con buena mantequilla ecológica. Los órganos que se resienten son el estómago, bazo y páncreas y una debilidad en los riñones.

La adolescencia actual, llena de vacíos emocionales.

Los alimentos más adictivos son los hidratos de carbono refinados como el azúcar y harina blanca cuando se combinan con grasas vegetales hidrogenadas o saturadas, cafeína y algunos aditivos. Es decir, toda la bollería industrial, dulces y chocolates que nos venden en los supermercados de todos los tamaños y colores y toda la comida fast-food. Espero que veáis la relación entre la comida industrial que nos hacen tomar con nuestros problemas mentales y emocionales.
La tendencia a comer demasiado y sin masticar para llenar un vacío emocional nos va a causar que la hormona cortisol secrete grandes cantidades. El cortisol es un esteroide que suelen tomar los culturistas, por tanto, la gente en este estado suele tener retención de líquidos en la cara, piernas y abdomen y un exceso de grasa corporal.
Las emociones reprimidas, no expresadas ni resueltas producen cambios metabólicos importantes como, por ejemplo, una mala descomposición de las grasas. Por eso, mucha gente obesa que come menos que un pajarillo suele tener problemas emocionales importantes.
El exceso de grasa y de líquido hacen de armadura corporal para no sentir lo que queremos sentir. Podemos encontrar a gente que se da atracones dulces muy grasos como los helados y la que se da atracones salados muy grasos como las patatas fritas. Tenemos que ser conscientes y admitir que estos atracones son adictivos, son como el alcohol para un alcohólico. Cuando somos adictos al azúcar y empezamos a comerlo nos sentimos embriagados y con un deseo insaciable de comer más y más dulce, así que la industria alimentaria se ‘forra’ con nuestros deslices y ansiedades.

Visita al baño. Un remedio poco efectivo: Llenamos, vaciamos y volvemos a llenar de...

Tratamos de llenar con comida adulterada nuestras emociones reprimidas pero es un vacío que ninguna comida podrá llenar o saciar. Tenemos que ir a la raíz que está en nuestro interior, tenemos que abrirnos y empezar a responsabilzarnos de nosotros mismos haciendo frente a nuestros miedos, obsesiones, depresiones…y dejar de luchar con nuestra mente. Debemos abrir los ojos y ser conscientes que la publicidad es una gran culpable que nos atiborra mentalmente. Tenemos que dejar de ser saboteados y comprender intelectual y emocionalmente el por qué de nuestros excesos de comida basura, es decir, de comida sin ningún valor nutritivo. Somos los únicos que podemos liberarnos de toda esta porquería mental y bulímica, por mucho que la chica que anuncia el chocolate esté como un tren, ya que si comiera lo que anuncia estaría bien neurótica y con sobrepeso.
Cuando incorporamos en nuestra vida diaria cereales integrales, legumbres, verduras y proteínas de calidad, es decir, alimentos completos y nutritivos, las ansias de comer disminuyen y nuestro cuerpo y mente empiezan a normalizarse.
Ni las dietas de dos semanas, ni los mejores programas de ejercicios te van ayudar si realmente tu Amor por ti mismo no te acompaña en esta aventura, ya que cualquier culpabilidad mientras comemos un helado es sinónimo de fracaso y una forma de automaltratarnos.
Yo Isasi
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