- Manifestar a otra persona lo que se cree de ella sin ningún tacto, de forma ofensiva e insultante, creyéndose en posesión de la verdad absoluta y pensando que la franqueza completa es imprescindible y la sinceridad está por encima de todo.
Y en cuarto lugar, pero por encima de todo… ¿Hay que ser grosero? ¿Hay que insultar para decir algunas cosas? La mayoría de las veces, casi siempre, no. Si decidimos decir la verdad tendremos que cuidar como la decimos, ponernos en la piel de la otra persona, y hablar con cuidado.