El sindicato médico alerta: los recortes hacen la sanidad pública "insostenible

Por Fat
Los recortes de la Generalitat han empujado la sanidad pública catalana al borde de cruzar la línea roja: la que marca la incapacidad de mantener la calidad asistencial de los usuarios del servicio. Así lo han denunciado hoy representantes del sindicato médico de los ocho grandes hospitales de Cataluña. Estos mantienen cerca del 30% de camas cerradas y cuatro de cada diez quirófanos clausurados, lo que unido al recorte de personal, horas extra y turnos de guardia ha dejado a los hospitales bajo mínimos. "Pedimos al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que de forma urgente dote a la sanidad pública de los 77 millones de euros que necesita desesperadamente para poder trabajar a pleno rendimiento y con la calidad asistencial que se merecen los usuarios", ha resumido la representante del Sindicato de Médicos en el hospital barcelonés Vall d'Hebron, Rosa Boyé.
Los médicos también han acusado al consejero de Salud, Boi Ruiz, de intentar "maquillar" los efectos del recorte en las listas de espera. Ruiz anunció ayer la aplicación de un nuevo modelo de gestión de la lista de espera que suprime el tiempo de garantía de seis meses para las intervenciones más comunes y que fijará ese tiempo de garantía en función de la gravedad del paciente.
En solo seis meses, el mismo periodo que lleva CiU en el Gobierno y durante el que empezó a aplicar recortes en sanidad, la lista de espera ha aumentado el 23% pasando de unos 56.000 pacientes a casi 70.000. La única vía para conservar la sanidad pública, han señalado los médicos, consiste en tratarla como al sector bancario, que ha sido financiado en momentos de dificultades de liquidez. "Nos obligan a convocar una huelga", ha protestado Boyé. "Así no podemos funcionar".
Todos los hospitales de referencia mantienen cerradas camas, quirófanos y servicios. El hospital de Bellvitge ha cerrado 100 camas, mantiene clausurados 6 quirófanos de 35 y ha dejado de operar a entre 2.000 y 3.000 personas por efecto de los recortes, pacientes que han pasado a engrosar la lista de espera. En Vall d'Hebron han cerrado 120 camas, desde abril se opera un 50% menos y se prevé que este año se dejen de realizar 5.000 operaciones quirúrgicas. El hospital Trias i Pujol mantiene cerradas 112 camas y ha reducido la actividad quirúrgica el 2,5% este año. En el Virgen de la Cinta Tortosa, por su parte, el 32% de las 250 camas están cerradas y las intervenciones se han reducido el 68%. "Es un retrato de lo que está ocurriendo en todos los hospitales públicos", destacó la representante sindical.
**Publicado en"EL PAIS"