La Organización Mundial de la Salud ha reconocido el
"agotamiento" (burn-outen) como una condición médica y la ha incluido
en su Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), que se utiliza como referencia
para el diagnóstico. La decisión, fue alcanzada durante la Asamblea Mundial de
la Salud en Ginebra 2019 y podría ayudar a poner fin a décadas de debate entre
los expertos sobre cómo definir el agotamiento, y si se debe considerar una
condición médica. La OMS define el agotamiento como "un síndrome resultado
de estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito".
El síndrome se caracterizaba por tres dimensiones: "1) sentimientos de
agotamiento o falta de energía; 2) mayor distancia mental del trabajo, o
sentimientos de negativismo o cinismo relacionados con el trabajo, y 3)
reducción de la eficacia profesional". El agotamiento se refiere
específicamente a los fenómenos en el contexto laboral y no debe aplicarse para
describir experiencias en otras áreas de la vida, según la clasificación. La
CIE-11, donde se incluye esta patologia entrará en vigencia en enero de 2022.