El sofá es probablemente el elemento estrella de cualquier living o sala de estar. Se trata de un mueble que suele durar bastantes años, por lo que elegirlo bien, es una cuestión determinante para no arrepentirnos en poco tiempo. El mercado del mueble nos ofrece una amplia y variada gama de posibilidades en materia de sofás, ya no sólo en cuestión de colores, diseños y formas exteriores, sino también en materia de características internas (estructura, dureza…). El primer aspecto que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un sofá es su ubicación. La orientación y el espacio que dispongamos para colocarlo determinarán en gran medida el tamaño y características del sofá. Este mueble puede ir pegado a la pared o puede actuar como separador de ambientes; en cualquier caso, si la habitación es grande puede encajarnos un modelo chaise long, una rinconera o una combinación de un tres y un dos plazas.
Si por el contrario el salón es más pequeño, podemos decantarnos por un sofá biplaza, una combinación, o por un modelo multifunción, con cama incluida. A la hora de escoger un color, además de tener en cuenta el resto del mobiliario y las cortinas, debemos pensar que los tonos suaves dan mayor calidez al ambiente pero tienden a ensuciarse más rápidamente que los colores oscuros.