El solado cumple un rol determinante en la composición del espacio público, y adquiere importancia en la definición de diferentes áreas en espacios interiores, mediante la aplicación de un diseño que tamice texturas y colores con un criterio de unificación o diversificación.
Estrategias de composición diferentes en el uso, con la aportación de elementos complementarios como la iluminación, permiten definir con certeza áreas determinadas de manera cualitativa.
Uno de los ejemplos más recientes y de mayor repercusión por el tratamiento del solado es el Paseo marítimo de Benidorm, diseño de Carlos Ferrater y Xavier Martí Galï.
El diseño resulta un ejercicio topográfico de gran plasticidad, con un perfil de líneas sinuosas que consolida el borde urbano, y concreta una dinámica de recorrido concretando espacios para la estancia y la contemplación, a la vez que resuelve los diferentes flujos de movimiento provenientes de la ciudad.
El protagonista principal del pase es el solado, que modifica aleatoriamente, sus tonalidades componiendo un paisaje de pisos homogéneos que dialoga con la naturaleza mediante una infinidad de matices que son exaltados por la luz solar.
El uso de texturas e intensidades en la trama y el color estructura en tres capas definidas: una primera construida por el borde horadado de hormigón blanco, la segunda en las texturas y coloraciones del pavimento y la tercera con la incorporación de la vegetación y el equipamiento.
De esta forma, el carácter del paseo está subyugado por el uso del color, donde el solado cumple un rol determinante.
Por el contrario, en la intervención en la Eduard Wallnöfer Platz, diseño de LAAC Architekten y Stiefel Kramer no es la variedad de texturas y colores lo que marca la intensidad de los diferentes espacios sino el movimiento del solado de una misma textura y tonalidad. La plaza está conformada por bloques de hormigón que se ondulan para enmarcar los monumentos existentes en la plaza e incorporando nuevo equipamiento urbano. Ver más aquí
De esta forma, establece un contrapunto con las edificaciones antiguas que bordean el lugar y se transforma una escultura urbana a nivel del suelo, con sus bloques de hormigón englobados hacia arriba definiendo diferentes espacios, mediante modulaciones responden a las necesidades funcionales.
En la definición de áreas en espacios interiores, el solado también puede jugar un rol determinante. En el 241 Centro Deportivo Héctor Berlioz, proyectado por Dietmar Feichtinger Architects, la visibilidad se ve reforzada por la planificación de la vía de acceso. Las líneas rojas en el suelo invitan a descubrir la fachada acristalada.
En el Módulo de Información de Puebla, diseño de Rodrigo Jaspeado y Enrique Betancourt, una plaza pública construida establece a través de una rampa metálica el punto de acceso al pabellón. El interior fue diseñado como planta libre y el uso de pisos homogéneos de color neutro posibilitar diferentes variables para el armado expositivo.
También Hadid usa estrategias compositivas donde solado y envolvente adquieren una unidad de carácter. En el Centro Heydar Aliyev, Zaha Hadid, la continuidad de las superficies exteriores en el interior del edificio acentúa la continuidad espacial, mediante el uso de revestimientos y solados de textura osificada y uniforme que componen un lenguaje táctil distintivo.
En todos los casos, el solado cumple un rol determinante, donde texturas, colores, intensidades y aplicación componen la grafía necesaria para dar carácter singular a cada intervención.
Fotografias:
Portada y galeria 1: PASEO MARITIMO DE BENIDORM ©OAB;
Galeria 2: LANDHAUSPLATZ ©Günter Richard Wett
Galeria 3: 241 CENTRO DEPORTIVO ©Dietmar Feichtinger Architects
Galeria 4: MODULO DE INFORMACION ©Patrick López Jaimes
Galeria 5: CENTRO HEYDAR ALIYEV © Hufton + Crown
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