La anécdota de ayer es una muestra más de las variopintas situaciones que se viven en la consulta, y el como se complican por las crecientes diferencias lingüisticas y/o culturales de nuestras sociedades globalizadas. -. A ver, Mohamed, lo que tienes es una contractura muscular, más que probablemente relacionada con el trabajo físico que desarrollas... Trabajas para una empresa de mudanzas... ¿Verdad?... -. Sí, Doctor.
-. Pues bien, aparte del reposo y del calor de los que ya hemos hablado: tómate éstas pastillas después de las comidas, esto es: cada ocho horas... Y te aplicas también este spray en la zona dolorida, cada doce horas, por las mañanas y por las noches... ¿De acuerdo?... ¿Me comprendes?... -. Pero Doctor, para ponerme el spray tengo que quitarme la ropa? -. ... Estoooo... (me quedé en blanco)... Pues sí, claro, preferiblemente... (Sin poder evitar una sonrisa)... ¡Pero qué cosas tienes, Mohamed!