Raro, raro, raro, que el diario El País publicase ayer en portada, sí, sí, en portada, algo con el título:
Glaxo ocultó los riesgos de su fármaco estrella contra la diabetes
Preocupante que lo haga tan tarde (en este blog dimos la noticia doce días antes bajo el título de Avandia: Infartos de corazón). Patético que esperen a que sea el New York Times quien informe del asunto para ellos hacerse eco. Incalificable que el mismo diario en el mismo día publique otra información sobre el medicamento que el abogado especializado en reacciones adversas a los medicamentos, Francisco Almodovar, me envía bajo el encabezamiento de ”suavizamiento de la primera noticia”: Los expertos de EE.UU. recomiendan que Avandia siga en el mercado.
Yo me quedo con uno de los comentarios a la primera información que firma una tal Corrupción:
“Estos casos más que la excepción se están convirtiendo en la norma. Que si el Vioxx, que si el Agreal y tantos otros. Pero da lo mismo ya que lo que importa no es la salud sino el negocio. Y encima las agencias reguladoras (OMS, FDA, EMEA, AEMPS) no solo lo consienten sino que están implicadas en esta corrupción. Atención que uno de los próximos escándalos tendrá que ver con la vacuna del papiloma”.