El sueño de la razón

Por Xim
El aguafuerte «El sueño de la razón produce monstruos» es un grabado de la serie Los Caprichos del pintor español Francisco de Goya. Está numerado con el número 43 en la serie de 80 estampas. Se publicó en 1799.

Interpretaciones de la estampa
Existen varios manuscritos contemporáneos que explican las láminas de los Caprichos. El que se encuentra en el Museo del Prado se tiene como autógrafo de Goya, pero parece más bien despistar y buscar un significado moralizante que encubra significados más arriesgados para el autor. Otros dos, el que perteneció a Ayala y el que se encuentra en la Biblioteca Nacional, realzan la parte más escabrosa de las láminas.
* Explicación de esta estampa del manuscrito del Museo del Prado: La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles: unida con ella es madre de las artes y origen de las maravillas.
* Manuscrito de Ayala: La fantasía abandonada de la razón produce monstruos, y unida con ella es madre de las artes.
* Manuscrito de la Biblioteca Nacional: Portada para esta obra: cuando los hombres no oyen el grito de la razón, todo se vuelve visiones.

El grabado es ambiguo, aunque las intenciones de Goya en ese momento probablemente eran bastante claras. Él era en el momento en que dibujó el grabado un firme partidarios de la Ilustración, la cual esgrimía como arma principal el uso de la razón para combatir la oscuridad y la superstición en cualquiera de sus formas: La razón estuvo dormida durante siglos y monstruos de toda índole aprovecharon la ocasión para crear el mundo a su imagen y semejanza. Ahora la razón ha despertado, pero el peligro aún acecha, y si ésta se relaja y vuelve a dormir, los monstruos volverán a moldear el mundo, reservando para una razón adormecida el mero papel de títere.

Pero el grabado admite otra interpretación radicalmente distinta, de la que tal vez el genio de Goya, decepcionado en sus últimos años con la ilustración, era, de algún modo, (sub)consciente. Los monstruos tal vez son creación de la propia razón cuando ésta se abandona a sí misma y comienza a soñar. Tal vez el ideal de la razón es irrealizable sin tremendos sacrificios. Tal vez, incluso, el propio ideal es deshumanizante, pervierte al hombre mutilándole parte de su ser. Ciertamente, la Ilustración acabó desembocando en la cruenta revolución francesa y en las posteriores guerras napoleónicas.
Xim #10