El tamarindo es un árbol tropical cuyo origen es africano y sólo cuenta con una especie. Su altura puede llegar a los 20 metros, y pueden utilizarse sus hojas o frutos.
La pulpa de la fruta de tamarindo se utiliza como condimento de comidas africanas. Por otra parte, tanto pulpa como hojas y corteza tienen propiedades medicinales. Se utiliza mucho en la medicina ayurvédica, sobre todo en problemas estomacales y de digestión.
En algunos sitios, las hojas se consumen en forma de té para combatir la fiebre por malaria. La pulpa de tamarindo se puede ablandar en agua caliente para utilizar en uso medicinal, teniendo muy principalmente la propiedad como digestivo y laxante. Es rico en fibra, proteínas, carbohidratos, hierro, calcio, fósforo, vitamina C y vitamina B, agua en un 30%.
Además de en trastornos estomacales, con sus propiedades digestivas y laxantes y un buen fruto con muchos componentes nutricionales, también se puede utilizar como cicatrizante y antiséptico. Precisamente por todo esto, se le considera al tamarindo como la superfruta.
El tamarindo tiene propiedades antioxidantes, para renovación de los tejidos, ofrece energía para realizar esfuerzos físicos e intelectuales, es eficaz contra fiebres del bilis e inflamatorias, ideal para los momentos de empacho, buena contra la lepra, enfermedades del bazo, infecciones por hongos. Sobre todo, destaca por sus propiedades laxantes, que son junto con su gran cantidad de componentes, las que lo convierten en un alimento que se consume para adelgazar, aunque no es recomendable tomarlo durante un tiempo prolongado.
El tamarindo tiene un sabor agridulce que puede no gustar a algunas personas pero encantar a otras. Se pueden hacer casi cualquier tipo de comidas y bebidas con él y es una fruta completa y económica. Se pueden tomar 3 porciones al día.