Los resultados del trabajo, que han sido publicados en la revista Psychopharmacology, revelan que las propiedades antioxidantes del té verde aumentan la conectividad entre la corteza frontal y parietal del cerebro. Para llegar a esta conclusión los investigadores realizaron un estudio con 12 voluntarios sanos con una edad media de 24 años. La mitad de los participantes recibió una bebida basada en leche que contenía 27,5 gramos de extracto de té verde; la otra mitad recibió la misma bebida, pero sin el té. Ninguno de los participantes sabía qué contenía la bebida que les habían ofrecido para el estudio.
Tras esto, los integrantes del estudio llevaron a cabo una serie de tareas relacionadas con la memoria mientras su actividad cerebral era analizada mediante resonancia magnética. El examen de los resultados determinó que los participantes que habían consumido la bebida con té mostraron una mayor conectividad entre el lóbulo parietal superior derecho y la corteza frontal del cerebro, ambos asociados a un mejor desempeño de las tareas relacionadas con la memoria de trabajo.
Según los expertos, este estudio, llevado a cabo por investigadores del Hospital Universitario de Basilea (Suiza), demuestra que el té verde también podría ser una herramienta prometedora en el tratamiento del deterioro cognitivo asociado a trastornos neuropsiquiátricos como la demencia.