El tema del día: la Risa / La práctica de las Alegrías

Por Sonia Terol Sonia Terol @iamthisproject
Tomároslo con humor: (Por Mariano Alameda.)
La espiritualidad no es exactamente quedarse como un ficus haciendo la fotosíntesis sentado en un zafú con media ronrisa de alelado esperando que la masa ignorante te rinda pleitesía por tu superioridad. 

La espiritualidad no es fingirse dulce y amoroso, mirar con ojitos de cordero al mundo y reprimirse todas las emociones censurables.
La espiritualidad no es un camino que vaya a ningún sitio, porque de la espiritualidad no se puede salir.
La espiritualidad no es vestirse de la semana oriental del corte inglés, no es decorar la casa con tres telas de mercadillo Ibiza para que, junto al incienso, parezca algo cool.
La espiritualidad no es una elección que puedes hacer, no es un camino que elegiste tomar.
La espiritualidad no es adquirir poder para tener un chalet más grande, no es conseguir que el universo sea tu mayordomo y manifieste tus caprichos del momento.
La espiritualidad no es algo en lo que puedes o debes o quieres creer, porque no tiene nada que ver con las creencias.
La espiritualidad no es que tu ego se crea que él es Dios y todos los demás, no.
Tampoco es sufrir catarsis violentas infernales mientras nos libramos de los chungos de karmas de vidas pasadas extraterrestres.
La espiritualidad no es algo oculto, secreto, misterioso, peligroso u oriental. No es algo que tenga que ver con las organizaciones religiosas, los dogmas, las normas o las sectas.
La espiritualidad no es algo que otro te pueda dar. No es el producto de una práctica. No es retorcerse en posturas de contorsionista mientras escuchas chill-out en una sauna.
La espiritualidad no es exactamente drogarse y tener una experiencia psicodélica, no es abrazarse a los árboles y llevar flores en el pelo mientras adoras a la diosa que vive en tu santo vientre.
La espiritualidad no tiene que ver con maestrías grado III adquiridas en un cursillo de fin de semana, no tiene que ver con niveles de superioridad frente a la chusma dormida.
La espiritualidad no es ponerle a cualquier cosa el sufijo -cuántico para parecer cienfífico.
Y lo mejor de todo, es que la espiritualidad no es algo que se pueda definir, porque no es una cosa, es un VERBO, es una EXPERIENCIA, no una definición, un SER, un desapareSer para estar presente, un darse cuenta de que ya estaba todo el trabajo hecho y que, en realidad, siempre has estado de vacaciones.
Pero... ¿Y lo bien que nos lo pasamos mientras hacemos todo lo que no es esperando un día descubrir lo que ES?
Dedicado a los locos que vivimos un intento colosal hacia el amor, la verdad, y, sobre todo, la risa.