El temor de abrazarse a uno mismo

Por Kheldar @KheldarArainai

“¿Por qué soy tan inútil? ¿Por qué todo lo que intento termina estropeándose? ¿Por qué los demás no me comprenden?… ¿Por qué a mí, por qué yo?”

Así pensaba una y otra vez, mientras deambulaba por la habitación buscando algo que no encontraba… Ni dentro de su mente, ni en la propia habitación. “Soluciones, necesito soluciones”, pensó de repente. “¿Qué debo hacer? ¿Cómo puedo hacerlo? Y más que eso, ¿quién puede enseñarme?”. Así pensando, se sentó frente al ordenador.

Y ahi tenemos a Richard, una persona más en el mundo que acude a la red de redes para intentar localizar soluciones. En el buscador de Google lanza todo tipo de consultas: “mejorar mi confianza”, “aumentar mi autoestima”, “reforzar mi atractivo”, “fortalecer mi personalidad”… Millones y millones de páginas aparecen ante él, saltando ávidas de captarlo frente a sus ojos. Cada una le ofrece lo que, al parecer, diferentes personas piensan que sería la solución de dichos problemas, a título general para todo ser humano.

Así, Richard invierte meses en sus búsquedas, anotando y aprendiendo de las soluciones que le presentan. Poniendo en práctica dichos consejos, estrellándose y levantándose. “No es malo caerse, pero está prohibido no levantarse”, se dice. Su ensayo y error constante le está abriendo ciertos canales de percepción. Ahora, piensa distinto.

Y su pensamiento le lleva a decirse a sí mismo: “Necesito algo distinto, algo real”.

Continuando con sus búsquedas, revierte el patrón. Quiere que aparezca todo lo contrario a lo que ha encontrado hasta ahora, por eso no duda en poner prefijos como “anti-” delante de ciertas palabras. Así, sus consultas resultan algo más reducidas en resultados… Pero empieza a encontrar otras cosas diferentes.

Por primera vez se le plantea que todo lo que ha hecho hasta ahora ha sido un intento por cambiarse a sí mismo sin tan siquiera comprenderse y aceptarse… Futil, por tanto.

Habrás conseguido cambiar cosas, le dicen. Habrás mejorado algunas, habrás arruinado otras… Pero aquí estás. Y no es por casualidad, así pues… Hablemos sobre ti.

[Continuará]