Es un lugar de lo más básico, y pequeño, unas 15 mesas, que cuando se pasa cerca al pasear la zona, uno quizás nunca se sentaría, porque al estar tan cerca de los barcos de los pescadores, da la sensación de ser más una agrupación pesquera que un lugar público donde poder sentarse.
Lugar muy recomendable a descubrir para cualquier viajero o asistente al conocidísimo FIB de Benicassim, cuyo reciento se encuentra a escasos 15 a 20 minutos de coche del Grao de Castellón.