

Pero se olvidan de recordar que estos trazados son trementamente delicados y que las condiciones en las que se han de guardar deben ser muy cuidadosas, garantizando la oscuridad, el fresco y la ausencia de movimientos o roces...
Aún así, al tratarse de una impresión térmica, el electro tiene tendencia a ir borrándose a partir de los seis meses de su realización. Por lo que si realmente queremos conservarlos deberíamos guardar una fotocopia de los mismos...
En estos días pregunté a una paciente si tenía electros antiguos, necesitaba comprobar si ya existían unas alteraciones que podían verse en el que le acababa de solicitar... Muy contenta me dijo: -. Ay sí, Doctor! Los guardo todos!... Ahora mismo voy a casa por ellos.
Y efectivamente, así era: los guardaba todos: pero ninguno contenía ningún trazado visible, eran papeles "en blanco"...(Ilustración: en la foto superior podemos ver desplegado uno de los electrocardiogramas antiguos que me trajo, a pie de foto y recogido: el actual)
Así que ya saben: para quienes tuvieron desengaños amorosos -por ejemplo- es esta una curiosa forma de recordarles que, en asuntos de corazón, el tiempo acaba borrándolo todo.