Una cosa es tropezar dos veces con la misma piedra y otra muy distinta es encariñarse con ella… Pues bien, me parece que somos el vivo ejemplo de lo segundo. En realidad me niego a creer que el roce hace el cariño porque resulta un tanto insensato amar algo con lo que te tropiezas y haces daño.He oído por ahí que la vida tiene tres accidentes geométricos: círculos viciosos, triángulos amorosos y mentes cuadradas. Creo que de alguno de ellos nos podemos examinar y sacar matrícula de honor. Me pregunto qué estamos haciendo mal para caer una y otra vez en los mismos bochornosos infiernos.Es difícil hablar de esto, porque hacerlo significa reconocer que vivimos enganchados a parte de nuestro pasado y que nuestras emociones pretenden vivir en él. Y entonces es cuando me da por pensar y me pregunto si no era el tiempo el que lo curaba todo, porque si es así lo está haciendo realmente mal…De todas formas he llegado a la conclusión de que hemos sido estafados por un villano, pues yo hasta ahora solo he podido comprobar que el tiempo acomoda al sufrimiento en su sala de estar.Vivir con esa esperanza es lo que nos está matando, por eso creo que ha llegado el momento de afrontarlo y aceptarlo. Al fin y al cabo las que ahora revivimos no son las únicas penurias de nuestro pasado, solo que a las anteriores las superamos plantándoles cara y ya no duelen… Supongo que esta vez fue diferente porque el dolor nos cogió por sorpresa y con las defensas bajas.
ni a los recuerdos tristes.
No abras la herida que ya cicatrizó.
No revivas los dolores y sufrimientos antiguos.Lo que pasó, pasó… De ahora en adelante,
pon tus fuerzas en construir una vida nueva,
orientada hacia lo alto, y camina de frente,
sin mirar atrás.Haz como el sol que nace cada día,
sin pensar en la noche que pasó.Vamos, levántate…
¡porque la luz del sol está afuera!Jaime Sabineshttp://elmundotlp.blogspot.com/es