Puesto porJCP on Jun 30, 2015 in Autores
Cliente muerto no paga, sin embargo la oligarquía mundial está dispuesta a ahogar a la población con tal de cobrar una supuesta deuda que en su día se adjudicó a Grecia. ¿Dónde dice que la población es responsable de las tropelías de unos políticos al frente de la nación? Todo tiene un límite, y este límite es responsabilidad del prestamista y del prestatario. El prestamista cuando observa que el dinero que presta corre un riesgo mayor del beneficio que espera obtener por el cobro de los intereses, ese es su límite por mucho que lloriqueé el prestatario. ¿Qué ocurre cuando se trata de deuda soberana (dinero que se presta al Tesoro de un país)? Que el prestatario se pasa el límite por el arco del triunfo.
Veamos las razones que le impulsan para pasar la línea roja del riesgo de impago: siempre, para los inversores, ha sido una oportunidad comprar deuda soberana. Hace unos años los bonos del Estado rendían poco y no tenían riesgo, ya que quien fijaba el tipo de interés era el propio Estado emisor, y si no se cubría por el mercado el total de la emisión se la adjudicaba así mismo. Las cosas han ido cambiando impulsadas por la oligarquía en busca del máximo beneficio. Ahora quien marcan el tipo de interés a pagar es el mercado una vez que “inventó” la prima de riesgo ¿Cómo funciona el tinglado de la deuda soberana? Los gobiernos de turno a pesar que tienen un presupuesto que cumplir, se embarcan en proyectos y despilfarros y para obtener los fondos no tienen más que endeudarse en el mercado financiero. Nos tendría que sorprender que acabada la legislatura todas las desviaciones de los Presupuestos Generales del Estado, que ascienden a miles de millones, pasan desapercibidas. Es un pacto entre los rojos y los azules con el placed de la banca que siempre está dispuesta a financiar al Estado.
El tinglado funciona así: se hacen nuevas emisiones de bonos soberanos para poder pagar la emisión que vence, es decir, se paga un préstamo con otro que se concede y así una y otra vez. Para los bancos, colocar deuda soberana al Estado no le computa como un activo en riesgo y no les afecta a la relación de equilibrio con el capital social (el capital debe de ser superior al 8% de los activos en riesgo). Además el negocio es fabuloso, los bancos toman dinero del Banco Central Europeo al 0,25% y se lo prestaban a Grecia al 7% e incluso más (una deuda al 7% a los 10 años se dobla). Lo que le importa a la oligarquía es tener atrapado al Estado con una espada de Damocles encima de su cabeza ya que cuando le convenga subirá el tipo de interés y entrará en escena el ogro del MEDE. ¿Quién es este ogro? Pues, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Fue creado por el Consejo Europeo en marzo de 2011 para dar estabilidad financiera a la zona euro y entró en vigor el 1 de julio de 2012. El Consejo de Administración está formado por los ministros de Economía de los países de la zona euro. Lo suyo es facilitar préstamos a los países en dificultades, en lugar de emitir euro bonos de una caja común tal como correspondería a un organismo del Tesoro y que sería lo propio de una moneda en común. Insisto en destacar que este invento, más próximo a la ocurrencia, de crear una moneda sin un organismo que la tutele, como es el Tesoro Público, es la primera vez en la historia de una moneda.
La oligarquía imperante se hace sus propias leyes, son jueces y parte; tanto es así, que facilitan a los gobiernos que se puedan financiar en silencio y se permiten el lujo de traspasar la línea que puede poner en riesgo su préstamo. Les importa entre poco y nada ya que tienen al hampón rompepiernas del MEDE dotado de unos estatutos que dan miedo. Sin ir más lejos: artículo 9º cuando fija, al país deudor un plazo de siete días para pagar lo que se le diga. No hay replica ni oposición que valga. El 10º, el propio criterio del MEDE es suficiente para establecer el techo del endeudamiento, es decir, el diabólico Mecanismo es más que suficiente, sin discusión alguna, para determinar que se acabó lo que se daba: no hay más crédito. Con el garrote en la mano el Mecanismo está facultado para participar en procedimientos legales para la adquisición de propiedades tanto mobiliarias como inmobiliarias. Ojo al dato, se preparan para embargar sociedades mercantiles con participación pública y sin conformarse con eso, añaden “inmobiliarias”, sin determinar si el Palacio de la Moncloa, la Sagrada Familia son propiedades inmobiliarias ¿Y la isla de Mallorca? Están locos. Locos o no esta incautación de los bienes nacionales tiene un articulado que la prevé, si estuviera fuera de un horizonte visible no estaría entre las atribuciones del diabólico Mecanismo. Tanto es así, que el artículo 27º le otorga la inmunidad más absoluta al aparato diseñado y construido bajo las instrucciones de la gran banca internacional. El artefacto es monstruoso: no puede ser procesado, ni sus bienes embargados, ni pueden estar sujetos a ninguna investigación. La reforma del artículo 135 de la Constitución Española deja suficientemente claro que la deuda pública, nominal más intereses, debe de figurar en el presupuesto nacional y el MEDE tiene prioridad absoluta sobre los demás gastos.
Ataque al Poder