El equipo de la Unidad Multidisciplinar de Trastornos del Sueño y del Servicio de Neurología del Hospital Clínic-IDIBAPS ha demostrado que hasta el 45 por ciento de los pacientes con trastornos de la conducta durante el sueño REM desarrollan la enfermedad de Parkinson. El último trabajo propone el SPECT cerebral, una técnica de neuroimagen, como primera herramienta para visualizar de forma precoz la progresión de la enfermedad. Este descubrimiento abre la vía a estudiar fármacos neuroprotectores en fases muy tempranas antes de que aparezcan los síntomas de la enfermedad de Parkinson.
Los pacientes con trastorno del sueño REM tienen pesadillas en las que son atacados y perseguidos, con la particularidad de que las escenifican gritando, llorando, dando puñetazos y patadas hasta el punto de correr el riesgo de caer de la cama y hacerse daño. ‘Lancet Neurology’ acaba de publicar el tercer trabajo consecutivo en cinco años sobre la relación entre este trastorno y la enfermedad de Parkinson.
El primer trabajo demostraba en 2006 que el 45 por ciento de los pacientes que lo padecen desarrollaban la enfermedad de Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas en las que hay una falta de dopamina en el cerebro.
El segundo artículo señalaba en 2010 que las pruebas de neuroimagen que miden la dopamina en el cerebro, como el SPECT cerebral, permiten identificar los enfermos con trastorno de sueño REM que tienen mayor riesgo de desarrollar precozmente una enfermedad neurodegenerativa como el Parkinson.
El nuevo trabajo concluye que el SPECT cerebral detecta cómo los niveles de dopamina en el cerebro bajan rápidamente con el paso de los años en los pacientes con trastorno del sueño REM. Esta técnica de neuroimagen se convierte pues en la primera herramienta para visualizar de forma precoz la progresión de la enfermedad. Todos los trabajos tienen como primer autor a Álex Iranzo, médico del Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) y miembro de la Unidad Multidisciplinar de Trastornos del Sueño, y como últimos firmantes a Joan Santamaría y Eduard Tolosa, de la misma institución.