Los niños maltratados se encuentran en alto riesgo de sufrir trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, ya que la experiencia traumática provoca cambios duraderos a su regulación génica. Científicos del Instituto Max Planck de Psiquiatría en Munich han documentado por primera vez que las variantes genéticas del gen FKBP5 pueden influir en las alteraciones epigenéticas en este gen inducidas por el trauma en la infancia.
En los individuos con una predisposición genética, el trauma provoca cambios a largo plazo en la metilación del ADN, lo que conduce a una desregulación duradera del sistema de hormonas del estrés. Como resultado de ello, los afectados se ven menos capaces de hacer frente a situaciones de estrés a lo largo de sus vidas. Con frecuencia esto conduce a la depresión, el trastorno de estrés postraumático o trastornos de ansiedad en la edad adulta.
Los médicos y los científicos esperan que estos descubrimientos produzcan nuevas estrategias de tratamiento a la medida de cada paciente, así como una mayor conciencia pública de la importancia de proteger a los niños de sufrir traumas y sus consecuencias.
Muchas enfermedades humanas surgen de la interacción de los genes individuales y las influencias ambientales. Los eventos traumáticos, sobre todo en la infancia, constituyen factores de alto riesgo para la aparición de enfermedades psiquiátricas en la edad adulta. Sin embargo, si el estrés temprano conduce realmente a un trastorno psiquiátrico depende en gran medida de su predisposición genética.
Este estudio reciente mejora la comprensión acerca de las enfermedades psiquiátricas que surgen de la interacción de los factores genéticos y los ambientales.