Córdoba fue ciudad de grandes médicos...
Uno de ellos, Maimónides, vivió durante el siglo XII en la Córdoba de Al Andalus, más concretamente en su barrio judío.
Fue Rabino y Médico, siendo alumno de Averroes alcanzó a ser un gran médico, llegando a ejercer en la corte de Saladino, aunque atendía también a los enfermos humildes, a quienes no solía cobrarles por sus servicios.
Su talento, según decían sus contemporáneos, le permitía muchas veces diagnosticar y escribir la receta sin necesidad de intercambiar ni una palabra con su paciente (y eso que disponía de más tiempo que los médicos españoles de hoy en día)... Cierta vez un hombre sano decidió probar la sabiduría médica de Maimónides y fue a verlo. Éste le observó unos instantes y se puso a escribir la receta. El hombre, que gozaba de buena salud, salió del consultorio complacido de haber comprobado que estaba en lo cierto al dudar de la veracidad del sistema que Maimónides empleaba. Curioso, en vista de que la receta estaba escrita en un lenguaje que sólo el farmacéutico podía comprender, se dirigió a una farmacia para que le dijeran qué le había recetado. Con gran asombro escuchó al farmacéutico leer: "Usted lo que tiene es hambre. Tómese un buen desayuno".
El siglo XII Cordobés está plagado de grandes médicos: vean también las estatuas de Al Gafequi, sobre el que ya escribimos un Parte de Confirmación (acceder) y la de Averroes.