El triunfo de la pintura (1995), J. Brown. Ed. Nerea
La contemplación de posiblemente la más importante colección pictórica a nivel mundial como es la del Museo del Prado puede provocar que el espectador, ensimismado por la calidad de lo observado, no se pregunte por el origen mismo de lo que tiene delante. El Prado es una institución de larga historia, con casi doscientos años a sus espaldas. Pero si bien son estos años los oficiales, antes existió un periodo de protohistoria en la que se pueden examinar los vestigios que llevarían a la formación de su colección artística, una de las más destacadas en el panorama museístico internacional. En ese proceso, unos hechos violentos, como una guerra civil y el derrocamiento de un monarca y su posterior ejecución, jugaron un papel fundamental. Jonathan Brown aborda “la almonedadel siglo” en su libro El triunfo de lapintura. Sobre el coleccionismo cortesano en el siglo XVII, editado por Nerea en el año 1995.
Carlos I de Inglaterra, 1636, Anthony van Dyck
The Wallace Collection, Londres - Fuente
Brown, en El triunfo de la pintura, investiga a fondo la formación de una de las mayores colecciones pictóricas de todo el siglo XVII y de toda la era moderna, la de Felipe IV de España. El rey, más propicio a las diversiones y a los asuntos de faldas que a las tareas de gobierno, se convirtió en uno de los mejores conocedores de arte de su siglo sin comparación con ninguna otra corte europea ni casa aristocrática. Uno de sus principales empeños fue la de atesorar una de las mayores colecciones pictóricas de todo el siglo XVII, dando cabida a las producciones más de moda en la Europa del momento, con los grandes maestros italianos y flamencos del Renacimiento y el Barroco. Entre ellos, sus admirados Tiziano o Rubens. Fruto de esta pasión se formaría una de las colecciones de arte más importantes de la historia que, sucesivamente, acrecentándose en ocasiones aunque pocas, iría pasando a los herederos del monarca hasta que, ya en el siglo XIX, las colecciones formaron el que sería el Museo Nacional del Prado (habría que esperar a la Revolución de 1868 para ver la definitiva nacionalización de las colecciones pictóricas que hasta ese momento eran propiedad real).
Felipe IV en traje de caza, h.1635, Velázquez
Museo del Prado - Fuente
Luis Pérez Armiño