Leo en el Facebook del psiquiatra Javier Álvarez datos que apuntan a cómo las farmacéuticas interesadas en el mercado infantil del déficit de atención y la hiperactividad (el conocido como TDAH) promocionaron la enfermedad. Hoy existe una “epidemia” de diagnósticos de TDAH en España y medio mundo gracias a un concepto diseñado y expandido por los fabricantes de drogas psiquiátricas. Más sobre su modus operandi.
No dudo que en cierta parte de la población existan síntomas que puedan llevar a pensar que tenemos falta de atención y lo que se conoce como hiperactividad o gran impulsividad. Lo que trato de explicar es que hay toda una industria que ha creado un concepto, Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, para poder encasillar (diagnosticar) a millones de niños y niñas (y adultos) en todo el mundo y poder así crear un nuevo mercado para ciertas drogas (legales, fármacos).
No se trata de una teoría de la conspiración sino del habitual modus operandi de parte de la industria farmacéutica: crear nuevos mercados, desarrollando nuevas enfermedades o reconceptualizando otras ya existentes, para vender nuevos medicamentos u otros ya existentes a los que dar nuevos usos.
Javier Álvarez, un médico psiquiatra con casi 40 años de ejercicio que intenta impulsar una nueva psiquiatría (humanizarla), comenta sobre una “investigación” publicada en 2004, en plena expansión del TDAH, en el European Neuropsychopharmacology.
Es una más con las que se dio a conocer la enfermedad y como él mismo argumenta, no merecería ningún comentario a no ser por lo que con todo descaro se afirma en las líneas tres y cuatro del abstract o resumen del trabajo presuntamente clínico:
A petición de Johnson & Johnson (patrocinador), el profesor Stan Kutcher (presidente) seleccionó a once expertos internacionales en psiquiatría infanto-juvenil para tratar estos asuntos”.
Es decir, tratamos de un trabajo hecho a petición y bajo el patrocinio de la compañía farmacéutica Johnson & Johnson (J&J) quien reúne a once “celebridades” mundiales en psiquiatría infantil para que alcancen un acuerdo acerca de cómo hay que tratar el TDAH.
Como no podía ser de otra manera, estos asépticos investigadores llegan a la conclusión de que la primera línea de tratamiento para el TDAH es el empleo de medicación psicoestimulante, la cual se puede complementar con una intervención psicosocial.
Para quienes lo ignoren, J&J posee el laboratorio Janssen y casi siempre tienen colocados sus fármacos entre los más vendidos del mundo (y como el resto de la lista casi siempre rodeados de polémica e irregularidades).
Pero el estudio que reseñamos tiene su importancia, claro. Como os contaba a finales del mes de diciembre pasado, el diagnóstico del TDAH se disparó con la introducción del medicamento Concerta.
La epidemia de estos diagnósticos de TDAH en niños llegó a España en 2004 con la introducción en el mercado del metilfenidato de acción prolongada de la marca citada.
La receta del mismo ha crecido exponencialmente. En ese post podéis ver un gráfico impresionante, cuya curva ascendente amenaza con no detenerse en los próximos años.
Las ventas de medicación psicoestimulante suponen ya 12.900 millones de dólares en 2016 y se calcula que serán 17.500 en el 2020, según el psiquiatra.
¿Pude concebirse mayor desvergüenza que ésta? ¡Once supuestos expertos internacionales que se dejan llamar por una multinacional farmacéutica y se prestan a hacer el trabajo que ésta les pide! ¿Cabe mayor desfachatez?”, se pregunta Álvarez.
Alguien se preguntará qué ganan esos profesionales poniendo así sus experiencia y prestigio a favor de una causa tan poco científica:
Los servicios prestados se pagan manteniéndoles viva esa aureola de ‘celebridad mundial’ y, por supuesto, con abundante grasa que permita funcionar toda esta complicada maquinaria sin estridencias. Ya se sabe: “honra y dineros suelen andar juntos”. Así es como funciona la psiquiatría de altos vuelos en todo el mundo. ¡También en España!”, concluye el médico.
J&J ha encabezado así, con la estrategia de convertir la ciencia en marketing, la mayor campaña de la historia médica para promover una enfermedad entre la infancia.
Joaquín Duato.
Es claro una vez más que en el ámbito farmasanitario salud y economía transitan caminos diferentes.
Lo que es malo para los niños y niñas (e insisto y adultos), la medicalización de sus vidas con una droga como el metilfenidato, es muy bueno para los vendedores de remedios.
Escribo esto último porque hoy mismo leo en la prensa sanitaria que el presidente de J&J es el nuevo director de la patronal estadounidense de los laboratorios farmacéuticos, Phrma.
Y nos destacan que es español, se llama Joaquín Duato y es hermano de la actriz Ana Duato y primo del bailarín Nacho Duato.
También se pregunta la prensa cómo solventará los interrogantes que ofrece el nuevo mandato de Donald Trump en USA. Bueno es saber que la farmacéutica Johnson & Johnson, IBM, Coca Cola, Facebook… son algunas de las empresas en las que la Trump Organization tiene participaciones.
Prácticamente cualquier reforma o normativa empresarial que Donald Trump quiera sacar adelante cuando ejerza como presidente tendría una repercusión directa sobre su imperio. Habrá más conflicto de intereses pues. ¿O no influirá en las políticas del republicano que tenga participaciones en dicha empresa?
Una curiosidad casi morbosa, Duato es miembro del consejo de Save the Children, una organización no gubernamental que trabaja para mejorar la vida de la infancia desfavorecida…