Este descubrimiento fue hecho a partir del análisis de las muestras del cabello de cerca de 2.000 niños diagnosticados de esta enfermedad. En el marco de la investigación, las muestras se tomaron desde el nacimiento hasta los tres años.
El análisis reveló que casi en el 50% de los casos registraba déficit de zinc. Los científicos dedujeron que este elemento químico es necesario para el desarrollo físico y mental de los niños, mientras que su falta podría provocar la aparición de los síntomas de la enfermedad. Recomiendo leer el articulo (vida al aire libre, la mejor arma contra la miopia infantil)
Los investigadores supusieron que un programa apuntado a la eliminación de la deficiencia de zinc en la dieta de los niños, aprobado a nivel nacional, podría ayudar a prevenir el autismo.
Sin embargo, el estudio fue sometido a críticas por parte de expertos médicos, porque los autores del estudio todavía no compararon la concentración de zinc en el cabello de niños autistas con la de los niños sanos. Además, se sabe que muchos niños que padecen autismo pueden comer solo productos definitivos, mientras que otros suelen masticar incluso objetos no comestibles, lo que podría haber influido en los resultados del estudio.