- Escrito por Marta Ortega
- Categoría: Noticias
- 18 agosto 2020
Elda deja perder una nueva oportunidad con la que destacar y recuperar el prestigio zapatero de antaño. Eso cree el fundador del Museo del Calzado, José María Amat, quien propuso hace dos meses que Elda organizase la primera feria virtual internacional del calzado por la imposibilidad de hacer una presencial a causa de la pandemia de COVID-19. Ni los empresarios del sector ni ningún político ha mostrado interés en esta propuesta, que en cambio, ha secundado de forma pionera la localidad murciana de Caravaca de la Cruz.
En su blog en este periódico digital, José María Amat propuso criterios y ventajas de esta iniciativa que no han parecido interesar a empresarios ni a políticos, pues ni se ha valorado esta opción. Por contra, esta idea la ha impulsado la ciudad murciana de Caravaca de la Cruz con su “Primera Feria Europea del Calzado”. Poco después, la Feria del Calzado Efica anunció que su edición sería virtual e internacional. "Estas son las primeras de muchas iniciativas virtuales y a Elda no parece interesarle esta buena iniciativa", señala Amat.
“Propuse la idea porque la única forma de avanzar hoy en día es de forma virtual, la presencial no tendrá buena acogida por el miedo al contagio, lo que hará que haya pocas ventas”, indica el exdirector del Museo del Calzado. “Me sorprende que el artículo tuviera repercusión fuera de la ciudad y no en Elda”, continúa.
Amat explica que “Elda ha perdido la fuerza mediática por lanzar la primera feria, pero creo que estamos a tiempo, todavía sería factible. El objetivo es ayudar a los nuevos empresarios, a los emprendedores, pues las empresas grandes ya tienen su nombre”.
Para este amante del calzado “es el Ayuntamiento el que ha de recoger la idea, pues no hay ninguna asociación empresarial que aglutine a los empresarios del calzado de Elda y Petrer. Tienen que contar no solo con las diez empresas punteras sino también con las otras 300, estamos a tiempo de enmendar este error, de apostar por el calzado eldense, pues impulsaría la ciudad y su economía”. Pese a este mensaje, José María Amat teme que sus propuestas caigan en saco roto porque “la inmovilidad para ayudar a las empresas viene de largo”, concluye.