El cuidado integral del cuerpo permite un buen funcionamiento de todo el organismo. En este sentido es clave poner énfasis en los músculos y células nerviosas, ya que guardan una estrecha relación. Es aquí donde entra en juego el electromiograma, una prueba que permite tener un registro de la actividad eléctrica muscular. Consigue resultados en forma de gráficos, sonidos y valores numéricos. Es el médico el encargado de traducir toda esta información para dar con un diagnóstico correcto. A continuación te explicaremos más a fondo en qué consiste esta prueba.
¿Qué es el electromiograma?
El electromiograma se define como una prueba de diagnóstico muy sencilla de realizar. Permite analizar o estudiar los músculos junto al sistema nervioso, determinando la presencia de alguna enfermedad que pueda afectar a la actividad eléctrica normal. Es así como se puede diagnosticar una alteración a nivel del músculo o del nervio que lo inerva.
El equipo que nos va a aportar este registro eléctrico a su vez está compuesto de tres partes:
- Electrodos: encargados de obtener la actividad eléctrica que genera el músculo. Estos pueden ser:
- Superficiales: son discos metálicos que van adheridos a la piel y se ubican en la zona que se quiere evaluar. Son de un material altamente conductivo. Para este tipo de electrodo es necesario la aplicación de una pasta conductora.
- Profundos (electrodos intramusculares o de inserción): son en forma de agujas y se introducen en la fibra muscular. Existen dos tipos: Monopolar, que consisten en una aguja que ha sido aislada eléctricamente en toda su longitud, con excepción de la punta. Y coaxial, que consiste en una aguja hueca que en su interior lleva conductores metálicos delgados aislados con respecto a la aguja. La punta de la aguja es la única parte capaz de captar la señal eléctrica del músculo.
- Amplificador: ayuda a obtener una señal eléctrica de mayor amplitud y que así pueda quedar registrada y ser visualizada en el monitor.
- El sistema de registro: medio por el cual se puede observar las ondas eléctricas para la evaluación con el especialista. Puede obtener las ondas eléctricas del músculo de forma visual, a través de un altavoz en forma sonora y también de manera permanente como en un papel.
Gracias a este tipo de prueba, el equipo o personal de salud puede tener información sobre las alteraciones eléctricas que pueden afectar a una persona a nivel muscular, y deducir si es en el músculo o su fibra nerviosa. Para ello el EMG informa sobre cuatro aspectos:
- Amplitud de las ondas eléctricas que emiten los nervios.
- Los músculos que se contraen.
- El tiempo de contracción muscular.
- El tiempo que la fibra muscular permanece contraída antes de volver a relajarse.
Además de pruebas diagnósticas, se puede utilizar de manera terapéutica como sucede en fisioterapia. Es útil en casos de algún tipo de traumatismo que haya intervenido en la función muscular normal y así monitorear la actividad eléctrica muscular del paciente.
¿Cuándo puedes considerar realizarte este estudio?
Como se ha comentado anteriormente, el electromiograma se usa para diagnosticar patologías que puedan afectar los músculos o los nervios que los inervan. Un especialista de la salud puede incluir este tipo de estudios en los casos en el que el paciente presente los siguientes síntomas:
- Debilidad muscular.
- Calambres.
- Parálisis.
- Fasciculaciones
- Hormigueo.
- Dolor en las extremidades (manos, pies).
Todos esos síntomas pueden ser indicativos de alguna alteración neuromuscular, bien sean en su fisiología o en su activación muscular, sugieren la indicación de este tipo de estudio específico.
¿Cómo prepararte para la prueba?
Este tipo de prueba por lo general tiene una duración de entre 20-30 minutos. Se puede realizar sin la necesidad de tomar medidas previas al estudio, y tampoco es necesario ir acompañado. Los pacientes no requieren ingreso hospitalario ni ayuno previo.
Por lo general, el médico evaluador te pide que no realices ejercicios físicos antes ni después del estudio.
No podemos olvidar que es normal sentir un poco de preocupación o ansiedad antes de realizar cualquier tipo de estudio, siempre teniendo en mente la interrogante ¿me dolerá o no? Solo debemos informarnos bien sobre cada estudio, y siempre comunicar cada una de tus preocupaciones al médico en cuestión. El especialista debe aclarar toda duda que tengas, recordando que este es un estudio muy sencillo de realizar, el cual miles de personas realizan a diario.
¿Qué sentiré durante la prueba?
Existen casos en los que te pedirán que te acuestes o te sientes. Todo dependerá de la zona que se desea evaluar y de igual manera del criterio de tu médico tratante. Este limpiará el área donde se va a insertar la aguja con los medios de antisepsia necesarios.
Posterior a esto, realizará el electromiograma con aguja, pudiendo sentir un poco de dolor o molestia en el sitio de la punción.
Todo esto dependerá del umbral del dolor de cada persona y la pericia o experiencia del técnico electromiografista. El porcentaje de casos con una experiencia negativa con este tipo de estudio es bastante bajo.
¿Qué significan resultados anormales?
En cualquier tipo de estudio siempre vamos a querer que nuestros exámenes se encuentren en buenas condiciones o dentro de los límites normales. Es un hecho que la espera de resultados siempre genera un poco de ansiedad o estrés. Si se recibe un resultado fuera de lo normal o con algún tipo de alteración, nos da la sensación de que el mundo se nos viene abajo, independientemente del estudio que sea.
En la electromiografía, unos resultados anormales, pueden ser indicativo de algunas alteraciones o trastornos neuromusculares como pueden ser:
- Modificaciones que perjudican a la raíz del nervio, como una hernia en el disco intervertebral.
- Patologías que perjudican las motoneuronas ubicadas en la médula espinal o el encéfalo como lo es la poliomielitis.
- Trastornos musculares, ejemplo; distrofia muscular.
- Trastornos de los nervios periféricos, como puede ser el síndrome de túnel carpiano o algún tipo de neuropatía periférica.
Contraindicaciones y efectos secundarios
La electromiografía es un estudio sencillo y sin contraindicaciones. A pesar de que en este estudio no existen antecedentes de algún tipo de infección o alergia a los componentes de los electrodos o la crema conductora, todo debe ser realizado siempre a criterio del especialista de salud.
Debes consultar con tu médico en caso de estar tomando fármacos como relajantes musculares, antiinflamatorios, antiepilépticos o anticoagulantes. Esto puede generar algún tipo de alteración en el momento de obtener los resultados.
Aumenta la posibilidad de la aparición de pequeños hematomas o sangrado en el lugar de la punción con las agujas de los electrodos (4-10 electrodos) en caso de los intramusculares o de inserción. Este se considera el único efecto secundario que se puede observar posterior a este tipo de evaluación.