Eliminación de las legañas

Por Blogdefarmacia.com

La legaña es una secreción cristalizada que aparece en los lacrimales de los ojos, generalmente al despertarse por la mañana. En cierto modo, su composición ayuda a mantener el ojo cerrado durante el sueño. Están formadas por la combinación con otras sustancias – como células muertas o polvo – de  mucinas, unas proteínas que forman parte de fluidos biológicos, como la saliva, y también segregada en la superficie de las mucosas.

Generalmente estas sustancias se eliminan con la lágrima en el parpadeo, pero esta función no existe durante el sueño, y el humor se acumula a lo largo de las horas, especialmente en los niños.

Cuando la cantidad de éstas es excesiva puede ser indicio de sequedad del ojo o incluso de infección, como una conjuntivitis o laqueratitis.

En personas adultas y sanas, su eliminación es sencilla a base de agua templada, o simplemente frotando con los dedos limpios; pero en niños o personas disminuidas, pueden causar problemas, incluso para abrir el propio ojo.

Es conveniente lavar los ojos frecuentemente a las personas postradas o enfermas, mediante suaves aplicaciones de manzanilla templada. Si existe una costra dura, nunca hay que frotarla en seco, pues se corre el riesgo de erosionar los delicados tejidos del ojo.

Legañas en el bebé

Es frecuente que los bebés presenten un exceso de legañas, en cuyo caso conviene limpiarlas todos los días con suero fisiológico utilizando la aplicación de una gasa suave para cada ojo, con el fin de evitar contagios.

También puede ocurrir que el bebé tenga el lacrimal obstruido, es decir, que la lágrima no circule bien por el conducto que comunica el ojo con la nariz y éstas se acumulen. El tratamiento puede consistir en estimular el drenaje mediante masaje un suave masaje diario desde el lateral de la nariz hacia el lacrimal. Si el trastorno no remite con la edad, puede ser necesario intervenir para drenar el conducto.