Eliminar los puntos negros con tratamientos caseros y naturales

Por Gabriel Giner @esaludcom

La contaminación, los cambios hormonales, las bacterias, el exceso de grasa en la piel y no limpiarla tras el uso de maquillaje son algunas de las causas que provocan la aparición de esos puntos negros que tan antiestéticos resultan.

Existe un gran número de productos y tratamientos que prometen hacerlos desaparecer, aunque a menudo estos van acompañados de agentes químicos que no resultan muy amables para la piel y, además, pueden tener un precio alto o no resultar tan eficaces como prometen.

Evitar los puntos negros

La primera solución ante este problema tomar medidas para reducir su aparición. ¿Cómo? A veces puede ser muy sencillo: llevando una correcta rutina de cuidado facial. Esto se traduce en desmaquillarse correctamente todos los días con productos que no sean agresivos para la piel, ya que de ser así podrían producir un exceso de grasa en ella.

Debe tenerse en cuenta que esta solución no es siempre definitiva puesto que existen muchas más razones para la aparición de los puntos negros que no pueden evitarse de forma tan sencilla, como los cambios hormonales, por ejemplo. Además, aquellas personas que tengan una piel grasa y con poros grandes serán más propensas a sufrirlos.

Aún así, limpiar los poros del cutis ayudará activamente a evitar su aparición o, al menos, ralentizarla.

Rutina de limpieza facial

Lo ideal para el cuidado de la piel es limpiarla dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche. De este modo, se eliminarán los restos de maquillaje que puedan quedar, así como las toxinas y los excesos de grasa acumulados. De estas dos veces, solo una deberá utilizarse jabón (como los jabones naturales de avena, miel o aloe vera). La otra vez bastará con agua de avena, que puede elaborarse fácilmente dejando dos cucharadas de avena reposar en un vaso de agua.

Utilizar el jabón aquella vez que se haya pasado tiempo en la calle o se haya practicado deporte.

Después de esta primera limpieza, es recomendable aplicar diariamente un tónico astringente, como el elaborado de forma natural con hamamelis. Las propiedades de esta planta conforman una perfecta alternativa a los tónicos industriales.

Además, dos o tres veces por semana pueden realizarse sesiones de vaporización que ayuden a abrir y limpiar los poros a fondo. Solo hay que poner a hervir agua en una olla y acercar la cara de forma que llegue el calor sin quemar la piel. Cubrir la cabeza con una toalla para que se concentre el vapor ayudará.

Por último, otro paso que no puede faltar en la limpieza facial es la exfoliación, a realizar dos o tres veces por semana. Para elaborar un exfoliante natural basta con mezclar una cucharada de avena molida con miel o yogur para espesar y realizar masajes circulares. También pueden aprovecharse las múltiples cualidades del café utilizando sus posos del mismo modo. Después, enjuagar la piel con agua tibia y aplicarle crema hidratante.

Mascarillas naturales para eliminar los puntos negros

Para reforzar la rutina de limpieza facial, una o dos veces por semana pueden aplicarse mascarillas que aporten una ayuda extra para evitar la aparición de puntos negros.

Mascarilla de yogur y limón

Gracias a esta mascarilla se combatirá el exceso de grasa en la piel. Solo hay que mezclar 2 cucharadas de yogur natural con 1/2 de zumo de limón, aplicarla sobre la cara (evitando la zona de los ojos) y dejarla actuar durante 20 minutos.

Mascarilla de fresas

Las fresas están deliciosas y, además, también pueden utilizarse para elaborar productos de belleza como esta mascarilla que ayudará a que el cutis esté libre de puntos negros. Ingredientes:

  • 5 fresas
  • 1 clara de huevo
  • 1 cucharada de miel

Mezclar todo hasta que sea una pasta homogénea y aplicar en el rostro dejando que actúe durante 20 minutos. Después, retirar la mascarilla con agua tibia.

Mascarilla de clara de huevo

Para elaborar esta mascarilla basta con utilizar una clara de huevo y papel de cocina o servilletas. Primero, ha de aplicarse la mitad de la clara de huevo en las zonas de la cara que estén afectadas por los puntos negros, para ayudar se puede utilizar un pincel o algodón. Después, se coloca el papel sobre estas zonas y, sobre él, el resto de la clara de huevo. Una vez que se seque y endurezca, se retira cuidadosamente y se aclara la piel con agua fría hasta que se eliminen todos los restos de mascarilla.

Mascarilla de leche y gelatina

Esta mascarilla tiene un efecto adherente similar a la anterior que ayuda a expulsar la suciedad de los poros a fondo. Para elaborarla solo hay que mezclar una cucharada de leche y otra cucharada de gelatina neutra, sin sabor, y calentar esta mezcla 10 segundos en el microondas. Después, aplicar la mascarilla en las zonas con puntos negros y esperar a que se seque. Una vez seca, retirarla suavemente con las manos, lavar la cara con agua fría y aplicar un tónico natural.

Mascarilla de miel y canela

Los días en los que se cuente con mayor tiempo para cuidar y mimar la piel son perfectos para utilizar esta mascarilla que puede elaborarse fácilmente mezclando 2 cucharadas de miel y 1 de canela. Lo ideal es aplicarla realizando masajes circulares por las zonas afectadas y dejarla actuar en la piel durante dos horas, aunque si no se cuenta con el tiempo suficiente puede acortarse el tiempo de actuación a 10 minutos. Para retirarla, basta con lavar el rostro con agua fría.

Mascarilla de tomate y sal marina

Para beneficiarse de las propiedades antisépticas del tomate, que ayudan a limpiar la suciedad de los poros, puede crearse una mascarilla mezclando una cucharada de sal marina con dos de puré de tomate. Una vez que se realice la mezcla, se aplica en las zonas del rostro afectadas masajeando suavemente. Hay que dejar que actúe durante 5 minutos para, después, retirarla con abundante agua fría evitando así que queden restos. Por último, puede aplicarse el tónico que se use habitualmente.