MUJERCITAS
Su otro amor: LAS JOYAS
La apariencia de las dos perlas es muy distinta. La PEREGRINA casi es el doble que la PELEGRINA en tamaño y en peso. Por eso ha sido más famosa la primera.
También la forma es diferente: la PEREGRINA tiene forma de lágrima y la PELEGRINA de concha oval.La PELEGRINA fue parte de las Joyas de la Corona española, siendo otorgada por el rey Felipe IV a su hija María Teresa cuando ésta casó con Luis XIV de Francia en 1660. No se sabe exactamente cuándo la perla entró en la Joyas de la Corona de España, pero podría ser cualquier momento entre el siglo XVI, cuando las perlas fueron descubiertas por primera vez en las colonias españolas del Nuevo Mundo, y mediados del siglo XVII. Así, el origen de la perla podría ser cualquiera de las principales zonas productoras de perlas del Nuevo Mundo durante ese período, tales como las zonas costeras del Archipiélago de las Perlas en el Golfo de Panamá, las zonas costeras de Venezuela y las islas del Caribe.
La antigua PELEGRINA es una perla natural blanca con forma de pera, con brillo plateado de alta calidad y un peso de 133,16 granos. Esta piedra, sin duda, tiene todas las características deseables en los siete factores de valor GIA de una perla: tamaño, forma, color, brillo, calidad superficial, calidad de nácar y valor de venta.
En 1969 fue subastada en Nueva York, donde la compró el actor Richard Burton. La célebre perla acudió a la subasta con la aureola de ser la más perfecta del mundo. Así lo debieron creer los que pujaron pues se remató en 48.000 dólares, una cifra astronómica para entonces.
Sea como fuere, la PEREGRINA pasó por dos coleccionistas más y fue subastada el día 23 de enero de 1969 por la sala Parke Bennet en Nueva York. La mayor parte de los que pujaron se detuvieron en los 15.000 dólares. Hasta los 20.000 llegó Alfonso de Borbón Dampierre. El actor Richard Burton la adquirió (sirviéndose de un intermediario) por 37.000 dólares, como regalo a su amada Elizabeth Taylor (quien la incorporaría a un collar de rubíes y diamantes, diseñado por Cartier de París, aderezo que hizo de la PEREGRINA, todavía más si cabe, una pieza de valor incalculable).
El 24 de enero, Luis Martínez de Irujo, Duque de Alba, jefe de la Casa de la Reina Victoria Eugenia, negaba la autenticidad de la perla subastada y exhibió otra que pretendía ser la auténtica, recibida de Alfonso XIII con motivo de su boda. Tanto la casa de subastas como diversos especialistas negaron veracidad a esa atribución. Esa presunta PEREGRINA fue legada a Juan de Borbón, hijo de Victoria Eugenia, y cuando éste renunció a sus derechos dinásticos en 1977, le fue transmitida al rey de España Juan Carlos I. Ha sido lucida varias veces por la reina Sofía, y algunos funcionarios de la casa real española siguen manteniendo que es ésa la verdadera PEREGRINA.
Una segunda perla originada a principios del siglo XX con un peso de 111,5 granos, forma perfectamente esférica y un raro color blanco plateado se le dio también el nombre de "PELEGRINA" pero para diferenciarla de sus “hermanas” se le agregó el II. En la época en que la original PELEGRINA fue subastada en 1989 en Ginebra, el duque de Alba celebró una conferencia de prensa y afirmó que la verdadera PELEGRINA estaba en manos de la familia real española, pero la afirmación no pudo ser fundamentada
EL AMOR DE SU VIDA: RICHARD BURTON
HASTA PRONTO, LIZ.