En Elogio a la lentitud encontramos un movimiento que desafía el culto a la velocidad, a las prisas, al estrés. En la actualidad el mundo se mueve a gran velocidad a una rapidez que en muchas ocasiones nos deja atrás y nosotros no hacemos otra cosa que intentar alcanzar. Las reglas están planteadas de tal manera que nos esforzamos para conseguir hacer todo de manera más rápida y conseguir ser eficientes, ese ritmo en muchas ocasiones incluso se nos escapa de las manos. En este libro, su autor Carl Honoré nos propone lo que se podría llamar una revolución porque quiere que vayamos al contrario, que en este caso tomemos como base la filosofía de la lentitud.
Elogio a la lentitud es la manera de darnos cuenta que dejando atrás las prisas podremos descubrir cuál es la energía y la eficiencia necesaria para nuestro día a día, para nuestra vida cotidiana. En este libro nos centramos en los movimientos que defienden la lentitud, donde sus defensores quieren estar presentes en fábricas, barrios, oficinas, escuelas, etc.
Podríamos incluso considerar que Elogio a la lentitud se trata de un manifiesto que apuesta por la lentitud como forma de vida. Nace de la necesidad de tener que plantearnos que la vida se puede vivir con más sosiego, dejando a un lado la rapidez impuesta. De ahí que Carl Honoré, nos ayude a plantearnos cómo podemos llegar a conectar mejor con nuestra manera de percibir el tiempo y de cómo ese tiempo puede dejar más huella en nosotros y en nuestro día a día.