Email marketing: escribir una newsletter (I)

Por Paula Lesina

¿Sos una niña aplicada? ¿Ya hiciste los deberes y abriste una cuenta en Mailchimp o Mailrelay? Si es así, dejame hacer una afirmación dramática: no te vas a arrepentir. Abrazo, medalla y beso para vos que estás recorriendo el camino para escribir un blog pro. A partir del momento en el que empieces a formar tu lista de suscriptoras, más cercana y conectada te vas a sentir con tu comunidad de lectura y poco a poco se van a diluir todos los temores iniciales.
En función del post pasado, en el cual te contaba que tengo un mono que me trae el correo, surgieron muchas preguntas en el grupo de Facebook respecto a los servicios de administración de suscripciones. 
Me parece genial que te animes, preguntes (no hay preguntas insignificantes y si no deberías conocer mi historia con Paypal) y compartas experiencias personales para colaborar con otras blogueras. Definitivamente,  los grupos son incubadoras de ideas y vínculos. Y "Yo escribo un blog"  viene creciendo de a poco pero ya tiene muchas usuarias activas y comprometidas a las que nunca voy a terminar de agradecer. De este intercambio, surgieron dos interrogantes que quiero aclarar con más detalle en este post:
1- La primera relativa a la oparatividad de Mailchimp o Mailrelay. Tambíen denominado  "cómo instalar un sistema de suscripciones en el blog".
2- Respecto a la funcionalidad de tener una cuenta en alguna de las plataformas sugeridas en el blog. Conocido en los bajos mundos como "para qué me va a servir escribir una newsletter".

¿Empezamos por responder?

Sin miedo al código... 


Este punto me parece esencial para quienes quieren formar una lista de seguidores de su proyecto o emprendimiento desde el primer momento (¡gran idea!). Aún antes de tener un blog, Por que sí: podés tener tu lista aún antes de decidir si querés escribir un blog. Si te preguntás dónde la alojarías, te dejo un enlace que te explica cómo relacionar Mailchimp con Facebook. ¿Viste? Todo es posible.
Pero pasemos a las cosas oscuras... Al igual que a vos, la reunión de siglas referidas a la "vida oculta" del blog, me ponen un poco nerviosa. Hasta no hace mucho tiempo, me decías "HTML", "pixel de seguimiento", "código CSS" -todas esas misteriosas reuniones de letras que parecen la identificación de un servicio secreto en los Balcanes- y se me congelaba la sangre pensando que iba a meter la pata. 
No es que ahora sea una de las superadas. No te engañes. Es que ahora cuento con la colaboración de diseñadoras talentosas y de espíritu generoso que brindan lo que saben con entusiasmo y una expresión clara, de esas que entendemos los legos en el mundo de la programación de códigos web. Y si no me creés, apenas termines de leer este post, tenés que pasar de visita por los blog de Ana María y Yudy. Vas a recibir una grata sorpresa.
Sin embargo y esto es lo importante, para tener una cuenta en MailChimp no necesitás ningún tipo de intervención en la plantilla de tu blog. Lo único que necesitás es una cuenta de correo (yo uso Gmail porque lo perferí sobre el correo por defecto del dominio) y algo de paciencia para esperar las instrucciones que van a ir llegando en cada uno de los post que tengo preparados para vos.
Si tu problema es el inglés... te entiendo. Los términos de la página a veces pueden ser un poco técnicos y eso de tocar botoncitos sin saber realmente qué estás haciendo, acobarda al más valiente. Ahora, tengo una buena noticia: todos los tutoriales de ayuda en Mailchimp están en español. La página de servicio a los usuarios es clara, in spanish y de mucha ayuda para esas dudas que te asaltan a la madrugada cuando "Yo escribo un blog" no está activo y no sabés a quién recurrir. Porque esta desmesurada en algún momento, tiene que dormir.
En realidad, para llevar adelante tu sistema de suscripciones, en una primera etapa son bien pocas las acciones que tenés que hacer: 
1- Crear una lista con el nombre que te parezca más apropiado.
2- Encontrar la url de enlace a esta lista para compartirla en tu blog 
3- Aprender a enviar una campaña (una mail masivo) a tus primeros suscriptores.
Con más tiempo y esa soltura que se adquiere con el ejercicio práctico, vas a poder modificar algunos aspectos estéticos y otros detalles no menores:
- Qué apariencia querés que tenga el correo que reciben tus suscriptores. Incluyendo los colores que identifican a tu blog o emprendimiento.
- Incluir algún archivo en el mail de agradecimiento por suscribirse. El dichoso "lead magnet" que no es otra cosa que el regalito que podés hacer a quienes tienen la amabilidad de suscribirse a tu lista.
Por ejemplo, en este blog, hay dos listas diferentes. Si te unís a Blogger desde cero, vas a obtener acceso a un blog privado con quince lecciones para dar los primeros pasos con tu blog. Ya que estamos, te cuento una novedad: estoy en proceso de renovación de este blog para que obtengas más y de forma más simple. Pero... si estás algo baqueteada en esto de bloguear, podés formar parte de Bloguera Pro y recibir información un poco más específica para quienes quieren emprender con un blog. En ambos casos, las dos listas reciben actualizaciones de mis post y en los momentos de lanzamiento de servicios o cursos (quién te viera y quién te ve...) beneficios especiales por formar parte del grupo de lectoras más genial del mundo mundial. He dicho.
Y así, como quien no quiere la cosa, el planteo anterior me lleva al segundo interrogante que se atraganta en la vida de quienes comienzan un servicio de suscripciones...

Tengo la lista. Y ahora ¿qué escribo?


Superaste la parte operativa de la cuestión y te sentís satisfecha de vos misma porque no te dejaste vencer ni por el mono, ni por el miedo al código ni por el inglés. Pero ahora, querés saber qué es exactamente lo que podés hacer con esto. Porque te queda claro que parece bueno y lleno de beneficios pero vos necesitás algo más concreto....
Eso más concreto que estás buscando, tiene un nombre: newsletter. Suena sofisticado pero no es otra cosa que un mail masivo. O dicho de otra forma, una newsletter es un mensaje de correo periódico que escribís una vez pero que llega simultáneamente a todos tus suscriptores. 
¿Te imaginás llegar a todos escribiendo solo un texto? De esta forma, no solo ahorrás tiempo y esfuerzo, sino que podés mantener una relación fluida con muchas personas al mismo tiempo (si  este fuera un planteo de no-marido para nuestra vida privada no me sonaría tan bien pero en esto del blog me parece lo más). 
Tus suscriptores son personas a las que podés escribirles de tú a tú. Te ofrecieron su dirección de mail voluntariamente. Y si se cansan de tu lista -o no era lo que esperaban- pueden anular su suscripción. Nada los ata. Vos quedate tranquila, que nadie está obligado en una lista y que si permanecen en ella es por voluntad propia.
En fin...Una newsletter puede asumir diferentes formas pero para que tengas una noción práctica de todos sus usos, te dejo una lista con cinco usos posibles:
1- Podés escribir un correo semanal (quincenal o mensual) saludando a tus suscriptores y enviándoles los enlaces a los post que escribiste durante ese lapso de tiempo. De esta forma, quien recibe tu mail puede decidir si lee o no lee cada post. Y no menor: la hará desde tu blog al clickear en el enlace.
2- Podés ofrecer material exclusivo para las personas que deciden formar parte de tu logia secreta de iniciados en la materia. Enviar obsequios periódicamente para agradecer su permanencia en la lista.
3- Podés realizar sondeos de opinión con tus lectores. Sobre qué tema quieren leer, qué es lo que más les gusta de tu blog (y lo que menos...) darles a elegir entre dos secciones o categorías que querés iniciar. Tu imaginación es el límite pequeño saltamonte.
4- Cuando tengas un poco de cancha, podés incluir una encuesta (de esas que te permite crear Google Drive) para mejorar tu blog o crear un producto acorde a las necesidades de tus lectores. No te olvides que todo esto no tiene sentido si no es para ayudar, colaborar, resolver.
5- Podés promocionar tu trabajo y tus servicios online u offline. Siempre que recuerdes que es un medio de comunicación, no las Páginas amarillas. A nadie le gusta recibir ochocientos correos promocionales del mismo tema que ya decidiste que no vas a comprar. 
Todo esto sin contar con el beneficio esencial: consolidar un vínculo que se perdería en el olvido y el desamor de Google si esa persona que llegó casualmente a tu blog, no tu hubiera ofrecido su dirección de correo. 
Cuando conocés el funcionamiento interno de una newsletter sabés que en el mejor de los escenarios posibles es más lo que recibís que lo que te puede molestar el envío de ofertas o anuncios promocionales. Con la campaña interna que realicé para Bloguera Pro, entendí lo incómoda que podés sentirte ofreciendo tu trabajo a través de una newsletter. Padecí de algunas bajas pero comprendí que éste es el funcionamiento de un sistema de suscripciones, Tenés amores de verano que llegan por que ofrecés algo gratuito y que les resulta tentador y también están quienes se quedan a formar parte de tu  proyecto y de tu vida. 
Me despido esperando haber colaborado aunque solo sea un poco en tu decisión de tener un sistema de suscripciones e invitándote a contarme tus dudas y qué no está siendo tan fácil de manejar en esto de tener un blog. También podés contarme qué le ofrecés o pensás ofrecerle a tus suscripotres. ¿Te parece si el viernes vemos cómo escribir tu primer newsletter?