Los estudios sugieren que la cirugía y el posterior adelgazamiento podría proteger a las mujeres obesas y a sus bebés de los problemas relacionados con la obesidad durante el embarazo. Los ejemplos incluyen la diabetes gestacional, presión arterial alta y la pre eclampsia, presión arterial alta y exceso de proteína en la orina después de 20 semanas de embarazo.
Después de un bypass gástrico el tiempo y la planificación son fundamentales. Lo mejor es evitar el embarazo después de la cirugía hasta que el peso se estabilice, lo que sucede al menos 12 meses después de la cirugía. Si el embarazo se produjera durante este proceso de adelgazamiento, se correría el riesgo de privar al bebé en crecimiento de importantes nutrientes. Como consecuencia, el bebé podría nacer bajo de peso o incluso prematuramente.
La planificación y la supervisión médica son muy importantes. Dependiendo del tipo de cirugía y de tus necesidades nutricionales específicas, el médico podría recomendarte ciertos suplementos nutricionales, tales como: el ácido fólico, la vitamina B-12, vitamina D, hierro, calcio y vitamina prenatal todos los días antes de y durante el embarazo.
También sería interesante que tu médico o un dietista titulado te aconsejara sobre la nutrición y el aumento de peso durante el embarazo.
Relacionado con: Embarazo, Hipertensión, Obesidad, Vitamina C