Durante el embarazo una alimentación sana es fundamental para asegurar la cantidad adecuada de nutrientes para la madre y el desarrollo del feto. Nutricionalmente, el feto depende totalmente de la ingesta de alimentos de la madre, ya que todos los nutrientes los recibe a través de la placenta. En este período, desde el punto de vista nutricional se debe de controlar el aumento moderado de las necesidades de energía y de la demanda de ciertos micronutrientes -vitaminas y minerales- que son esenciales para la madre y el buen desarrollo del bebé.
El cansancio o fatiga es uno de los síntomas más comunes del embarazo. Al comienzo de la gestación el organismo de la madre está trabajando creando las estructuras básicas para el desarrollo del bebé: placenta, cordón umbilical, saco amniótico, glóbulos rojos, sistema nervioso, huesos... es decir, todos los tejidos y órganos del nuevo ser. Además, el volumen de la sangre de la mujer embarazada se incrementa notablemente, con el esfuerzo que esto también requiere. Al final del embarazo el organismo también debe esforzarse continuamente, debido al aumento de peso y el cambio del centro de gravedad corporal que provoca el tamaño del vientre.
El aporte de ciertos nutrientes durante el embarazo ayuda a sobrellevar esta etapa de la vida de una manera más cómoda y saludable. La Vitamina B12, Vitamina B9, Vitamina C y el Hierro, disminuyen el cansancio y la fatiga que se padece en el embarazo. La B12 contribuye además a la formación normal de glóbulos rojos y hemoglobina así como al transporte normal de oxígeno en el cuerpo. Para evitar la anemia tan frecuente en el embarazo, es importante asegurar un aporte adecuado de hierro, y las vitaminas C y D que ayudan a su absorción.
ÁCIDO FÓLICO
Es un nutriente que ayuda a prevenir la anemia pero por sobre todo, es imprescindible para el desarrollo y cierro del tubo neural en el bebé en gestación.
HIERRO
Durante el embarazo el volumen de sangre que se traslada por el organismo se incrementa y las pérdidas de sangre que se sufren durante el parto y después deben afrontarse correctamente. Por ello, para prevenir estados de anemia que atentan contra la salud de la embarazada así como del feto, es importante un aporte extra de Hierro.
VITAMINA C
Dado que ayuda a absorber el hierro y prevenir la anemia así como infecciones, debemos incluir en la cocina para embarazadas frutas y verduras frescas que son la principal fuente de este micronutriente, o bien administrarlo en forma de suplemento.
YODO
La carencia de yodo en el embarazo es la causa principal, evitable, de lesión cerebral y problemas neurológicos en los niños, por eso, la dieta de la embarazada resulta fundamental su ingesta. En este caso se puede recurrir a suplementos de yodo o por el contrario, al reemplazo de sal común por sal yodada para elaborar los platos.
JENGIBRE
Ayuda disminuir las nauseas y/ó vómitos que se producen sobre todo en los primeros meses de embarazo. Es recomendable en general para todos los problemas digestivos, ya que actúa estimulando el páncreas y aumentando la producción de encimas que favorecen la digestión.
ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3
Se ha comprobado que éste ácido graso con poder antiinflamatorio y antioxidante que además forma parte de las células del cerebro, protege al niño en desarrollo ante alergias, eczemas, mejora la función neurológica, la capacidad intelectual y auditiva y al mismo tiempo, protege a la embarazada ante la preeclampsia y la depresión postparto.
CALCIO
Durante el embarazo la mujer tiene un alto costo energético y dado que debe formarse otra estructura ósea del bebé en gestación, la mujer sufre una gran resorción ósea que sólo puede ser enfrentada con una adecuada ingesta de calcio.