Emociones positivas: hoja de ruta para entenderlas y potenciarlas

Por Psipositivo @Psi_Positivo

La mismas palabra emoción nos despierta... emoción. Tiene cierto poder, cierta energía como tan bien saben los músicos, artistas, una caricia, un susto o una sonrisa. Las emociones nos nutren y nos hacen sentir vivos, tengan estas un contenido u otro.

En todas las áreas de la Psicología las emociones son un factor importante a considerar. Recuerdo en 1º de carrera al profesor Mayor y su Psicología de la Motivación y Emoción, que me gustaba mucho (también me acuerdo de que casi inevitablemente no se aclaraba con el micro de solapa, y al empezar la clase a los alumos nos divertía mucho ver si se le caía o no).

Por supuesto en el ámbito clínico y terapéutico. Podemos aproximarnos desde diferentes perspectivas pero en nuestra intervención terapéutica las emociones siempre serán un tema primordial a trabajar.

Este artículo te será de utilidad en el caso de que seas un profesional o estudiante de la psicología y también una persona curiosa interesada en el desarrollo personal. Come on everybody:

Primera aproximación a las emociones.

Comencemos con una definición de las emociones: sensaciones, sentimientos y reacciones fisiológicas que posee el ser humano al relacionarse con sus semejantes y con el medio en general. Dentro de las mismas encontramos las:

Emociones primarias: Cólera - Alegría - Miedo - Tristeza

Emociones secundarias: combinaciones de las anteriores, como por ejemplo - Amor - Sorpresa - Vergüenza - Aversión

Hasta ahí la definición técnica. Te planteo un ejercicio breve para que así te mantengas activo/a en la lectura del artículo.

¿Sabrías enumerar ahora mismo la mayor cantidad posible de emociones negativas que se te ocurran?¿Y a continuación de emociones positivas?

Seguramente resulte más fácil citar emociones negativas que emociones positivas. Lo mismo les sucede a las personas que van a consulta, a los alumnos de cursos de desarrollo personal y a cualquiera que pruebe a hacer ese listado. No solo tenemos más nombres para las emociones negativas (lo cual ya de por si es significativo) si no que estas parece que sean más salientes, mas fácilmente accesibles.

Sin embargo las emociones positivas como la alegría, el alivio, la serenidad, el amor, la satisfacción, el apego, armonía, interés, la ecuanimidad, la ternura etc. forman parte de nuestro día a día y podemos promoverlas de maneras y modos diferentes. Vamos a verlas.

¿Por qué estimular las emociones positivas?

Las emociones positivas es una de las grandes áreas que trabajamos a fondo en nuestro curso online, enseñando herramientas para promoverlas. No es para menos; si le preguntamos a cualquier persona qué es lo que le gustaría para su vida y para las personas que quiere, la respuesta más probable sería: ser feliz.

Dentro del muy completo libro Optimismo Inteligente de Mª Dolores Avia y Carmelo Vázquez, figuras notables dentro de la Psicología Positiva en nuestro país, encontramos los siguientes enunciados:

1) Cuando el estado de ánimo es bueno, el juicio tiende a ser más benévolo, tanto con uno mismo como con los demás. 2) El hecho de estar contentos hace que nos vengan más fácilmente a la memoria recuerdos anteriores de cosas buenas, con lo cual vamos "recuperando material" que corrobora, consolida y prolonga nuestro bienestar. 3) Los estados de ánimo positivos generan formas de pensamiento más flexibles, menos rígidas. 4) En presencia de emociones positivas, es más fácil que uno tienda a ser más creativo, a dar respuesta a más imágenes positivas y novedosas. 5) Cuando uno tiene buen ánimo, también tiene menos dudas y tarda menos en tomar decisiones sobre temas que le conciernen.

Cuando nos encontramos en el espectro positivo de las emociones tenemos una mayor tendencia a ayudar a otros, mostrar comportamientos solidarios, compasivos, generosos o altruistas, lo cual se ha visto en numerosos estudios. También se sabe que cuando uno está contento y distraído, tolera mejor situaciones de dolor físico, como curas por heridas, accidentes, quemaduras o post operatorios, también se ha encontrado lo mismo al trabajar con dolor producido en situaciones experimentales de laboratorio.

En alguna ocasión al comenzar una operación quirúrgica, al ponerte puntos, sacarte sangre etc. ¿El profesional ha bromeado o sacado temas de conversaciones para relajarte o estimular tus emociones positivas en ese momento delicado? A mipor fortuna me ha sucedido, y aparte de por puro trato humano, el anterior también es un "efecto secundario" deseable.

Cuando estamos animados todo parece más fácil, parece que fluya. Sin embargo seguro que has escuchado (o pensado) que para moverse, para cambiar, para ponerse en marcha hay que estar mal, haber tocado fondo, experimentar más emociones negativas que positivas de normal.

Sin embargo ¡las emociones positivas también son un motor muy importante de cambio! Queremos sentir euforia, alegría, esperanza, satisfacción... y estas emociones son de una fuerza enorme. A esto le podemos llamar también "instinto de supervivencia" o "instinto de vida" en algunos manuales.

Todas las emociones son naturales; llorar no es malo, cumple su función, aunque no siempre sea agradable. Precisamente, el estimular las emociones positivas nos lleva a compensar la avalancha de noticias negativas que recibimos de los medios de comunicación habituales, especialmente en tiempos de crisis.

No se trata de negar lo malo, si no de aceptarlo y cambiar el enfoque y centrarnos activamente en estimular lo positivo. Incluso dentro de la psicología de autoayuda, podemos encontrar no pocos ejemplo de beneficios del pensamiento positivo, el poder de la mente, etc.

Vamos a ver ahora las positivas.

Las emociones positivas.

1-Gratitud: es el sentimiento profundo de dar las gracias cuando sabemos que alguien hizo mucho más por ti de lo que era necesario, tal vez un vecino, un maestro o un mentor. Igualmente podemos agradecerle a la vida lo que nos ofrece. La gratitud abre nuestro corazón y activa en nosotros el botón de la "'reciprocidad" genuina que nos mueve a hacer algo por aquello que nos hizo tanto bien.

2- Orgullo: es una emoción de "auto-conciencia". Si se mantiene balanceada con algo de humildad, su positividad está en que nos permite atribuirnos los logros que resultan de un esfuerzo genuino y de un trabajo duro.

3- Serenidad: Al igual que la alegría, la serenidad se da en un ambiente seguro, siendo una versión mucho más relajada, sostenida y sutil. Se disfruta cuando estamos totalmente presentes y conscientes de lo que estamos viviendo, equilibrados desde disfrutar al comer o pasear, hasta estar completamente inmersos en un momento de contemplación.

4- Interés: algo llama nuestra atención inspirándonos y provocándonos fascinación y curiosidad. A veces se despliega como un abanico de nuevos retos que te permite mantener en crecimiento tus habilidades; esto nos mantiene despiertos, con vigor y sintiéndonos vivos.

5-Asombro: Se origina al reconocer la sensación de estar en presencia de algo sorprendente o interesante. Puede darse al contemplar un atardecer, al observar la vía láctea o al sostener la cabeza de un recién nacido, esos momentos de magnificiencia y belleza recargan nuestra energía.

6- Alegría: Es este estado de excitación y de bienestar. Aparece en aquellos momentos "perfectos" (un domingo con la familia, una felicitación inesperada) donde sentimos que las cosas son exactamente como deberían de ser y estamos justamente donde deberíamos estar.

7- Diversión: La encuentramos en aquello que nos hace reír y nos permite la recreación; es a veces una chispa que brota de manera espontánea y que te ayuda a cambiar o a "refrescar" tu perspectiva, pudiendo desinhibirte.

8- Inspiración: Se asemeja a una bocanada de oxígeno que toca tu vida, tu corazón y tu mente exaltando tu imaginación, tu creatividad y tu motivación. Sentirse inspirado por algo o alguien dispara tu atención y te da nuevas perspectivas.

9- Esperanza: Esta se genera cuando las circunstancias son difíciles o adversas y nos ilumina como un faro de luz, que refuerza nuestra creencia de que todo puede cambiar y mejorar. Es el abrir nuevas perspectivas que nos dan cierta sensación de confort.

10- Amor: Es la emoción positiva más frecuente y abarca todas las anteriores. Cuando sentimos amor nuestros cuerpos tienen una reacción que incrementa nuestros niveles de neurotransmisores, aumentando nuestra sensación de bienestar y reduciendo nuestro nivel de estrés, lo que sin lugar a dudas mejora nuestra calidad de vida.

Leerlas nos hace sentir bien, como un masaje en la espalda o el abrazo de un amigo. Pero no nos despistemos, que la mente se va fácilmente hacia esas situaciones agradables 😉 Vamos a ver a continuación varias maneras de trabajar las emociones positivas.

Herramientas para potenciar las emociones positivas.

Estimular las emociones positivas es posible y hasta te diré que es sencillo. En el modelo PERMA de Martin Seligman, sería la P (Positive emotions). Vamos a ver tres formas.

Listado de actividades agradables.

Hay diferentes lugares, momentos, actividades y personas que estimulan nuestras emociones positivas. Podemos por empezar a ser conscientes de ellas, ello tomando forma de una lista. Ampliemos el radar y pongamos entre 10 y 22 de estas, si tenemos más mucho mejor. A partir de ahí podemos empezar a desarrollar un plan de satisfacción por que todo aquello que hemos listado esté más presente en nuestra vida.

Técnica el foco positivo.

Seguro que en tu día a día ya realizas actividades que estimulan tus emociones positivas: gozar de tus canciones favoritas, de tu merienda favorita, recibir (o dar) un masaje... En este ejercicio la misión es sencilla: cada día procurarte al menos tres emociones positivas diferentes entre sí, es decir, que provengan de momentos y actividades distintas, tanto solo como en compañía. Serán tus "deberes" gozosos e importantes.

Técnica 20 cosas buenas de tu presente y futuro.

Se propone que te centres en realizar dos listas. La primera centrada en el momento actual, la segunda en cosas que quieras lograr, vivir o tener en el futuro. Igualmente, puedes completarla al cabo de unos días y posteriormente leerlas y pensar en lo que ellas tú mismo escribiste. Esto nos lleva a estimular nuestra gratitud por nuestra vida presente y a pensar en el futuro de manera optimista y positiva.

En nuestro curso Aprende Psicología Positiva tienes 30 fichas como estas, cada cual de aproximadamente dos hojas de contenido, con forma de aplicación, consejos terapéuticos, que técnica emplear a continuación, que hacer si no funciona bien... Te recomiendo que pegues un vistazo 😉

Un apunte final. Incluso grandes líderes se han visto afectado por emociones negativas desbordadas. Martin Luther King, Mahatma Gandhi, Winston Churchill, Abraham Lincoln... Todos ellos fueron aquejados en algún momento de su vida de depresión o de temperamentos complicados. Ello nos les impidió convertirse en grandes líderes, precisamente por ello seguro que tuvieron que encontrar nuevas habilidades, desarrollar recursos personales adicionales...

Otros tantos ejemplos podemos encontrar en el arte, emprendeduria... No es imprescindible tener un estado de ánimo perfectamente equilibrado y optimista para acometer grandes cosas, si no que más bien el movimiento "se hace andando". Empezar a hacer a cambiar para aprovechar la energía que las emociones positivas nos dan.

En definitiva, no sólo es posible si no recomendable el conocer bien y cómo estimular las emociones positivas. Como decía en una canción el cantautor Facundo Cabral, "quien está mal, hace que todo el barrio esté mal". Valdrá la pena acercarse al polo positivo.