En casa de…

Por Cathy

El sábado pasado Kerstin y Micha me abrieron las puertas de su casa. Creerme fue como viajar por un universo lleno de historias. Todo en esta casa tiene algo que contar: cada rincón, cada objeto nos revela unos secretos bien guardados.

Desde el exterior, la casa tiene una arquitectura clásica que se olvida por completo nada más entrar. Para llegar a la entrada principal, se despliega un desfiladero muy rústico digno de las mejores casas de la revista Casa y Campo. El barro, la madera y la piedra campan a sus anchas mientras la flora aporta un toque de frescura y alegría inconfundible.

Nada más entrar se perfila una primera planta con espacios abiertos muy grandes y luminosos. Cuando decidieron hace 9 años quedarse en esta casa, conservaron tan sólo las paredes exteriores y concibieron, sin la ayuda de ningún arquitecto, los planos de su futura casa. Todo fue realizado a medida: hasta el banco de la cocina que mide una altura de 1,03 metro para que Kerstin pueda cocinar cómodamente.

Kerstin es una creativa nata. Experimentar, descubrir y compartir son palabras recurrentes en su vocabulario. El amor por las cosas bien hechas se nota. Sólo hay que ver la decoración de su mesa para darse cuenta de ello. La lámpara central es uno de mis flechazos del día: ¡es tan delicada y elegante! Una de las obras que vemos más abajo (mujer desnuda de color verde) viene de un artista tailandés llamado Upali. Crea sus obras en materiales recogidos directamente del tsunami para que nadie olvide esta catástrofe.

Los colores del salón son el reflejo exacto del armario de la cocina: oro y magenta dos colores muy cálidos para una casa poco común en la que los estilos (moderno y rústico) chocan por finalmente encontrarse creando una atmósfera muy cálida. El cuadro del fondo es obra de Kerstin. Muchas de sus creaciones están expuestas en la casa y coexisten con muebles adquiridos en rastros, muebles familiares u obras de otros artistas amigos de la pareja.

Los pilares de esta casa se cimentan en la ferviente creencia que la vida es bella y eso se nota. Toda la casa respira buen humor, plenitud y creatividad a mansalva.

Esta habitación es la última que Kerstin ha decorado. ¡Nada más entrar el efecto Bolywood se apodera de ti! Las paredes de colores vivos en rosa y turquesa combinados con plumas, dorados y muebles antiguos hacen de esta estancia un lugar peculiar perfecto para las sesiones de Quantum Energy y Reiki de Kerstin. Como podéis ver Micha es el primero en dejarse llevar…

En la segunda planta se distribuyen las habitaciones y los espacios de trabajo. La pareja trabaja desde casa y como veis con unas vistas preciosas al exterior. Los tonos cálidos aquí también predominan. La escalera recopila muchos momentos felices de esta familia a través de fotografías, collages y obras de Kerstin como ese magnífico trasero. La selección tan diferente y atrevida de las lámparas imprime un carácter muy personal a la casa.

Cuando llegamos a la habitación un baño de luz nos invade, la vista desde la cama es impresionante. ¡Yo de tenerla en casa no podría levantarme por las mañanas! El cuadro central creado por Kerstin representa el símbolo del amor. Eje central de esta familia que pregona el disfrute, el bienestar y la alegría.

Las obras de Kerstin están presentes por toda la casa. Esta artista multifacética dibuja, pinta, modela, nada se le resiste. Las obras que hemos descubierto a lo largo del reportaje están en la venta a través de Wanna One. Si estáis interesados en adquirir una de ellas, sólo tenéis que poneros en contacto con nosotras.

Acabamos la visita por mi rincón favorito de la casa. Uno se instala a la mesa y empieza a soñar. Los numerosos viajes de la pareja alrededor del globo y su amor por Asia lo han plasmado en esta terraza de verano donde el aparador de la abuela se mezcla a la perfección con las esculturas lejanas y los cuadros modernos de Kerstin.

Antes de salir por la puerta, ¿qué mejor que despedirse con un espacio zen? Un lugar sereno en el que la pareja medita todos los días…

Kerstin. Micha, gracias por este viaje increíble a través de la decoración de vuestra casa, por ese té verde sabor melocotón que todavía danza en mi boca y vuestro buen humor constante. Gracias a personas como vosotros podemos acercar la decoración a todos y demostrar que no sólo existe en las revistas, que no hay reglas, sólo las de uno mismo y su creatividad.

Fotos: Cathy – Wanna One – Retoques foto – Pablo Martínez Caulín